miércoles, 23 de abril de 2025

La cometa china


 La cometa china


Y el tiempo no se detiene, o si, no lo podemos entender todavía. A veces lo parece. Como esa cometa que los niños chinos levantan en Sanmenxia, en el parque de Swan Lake, y que por momentos parece que se detiene en el aire.  Mis pensamientos vuelan como nubes arrastradas por el viento.  Dejo que fluyan y que atraigan recuerdos.  


El viento arrastra las hojas caídas por la hierba y el sonido que hacen es como  el suave rasgueo de unos dedos sobre un arpa. En esas nubes anida un sentimiento que  me atrae hasta Kilkeny, en Irlanda, donde por primera vez pensé que no era el aire el que aguantaba el vuelo de las cometas… Ahora, al fijar mi atención en los niños chinos correteando, siento de nuevo que no soy más que un sentido, todavia sin forma, que pelea por sentirse de carne y hueso.


Siento las lágrimas que no han caído y no sé como explicarme la nostalgia de mi propia infancia. Estoy a punto de llorar pero veo a los padres de esos niños chinos en los bancos y siento de pronto como si sus manos chinas hurgaran en mis recuerdos, y en mis fracasos. 


I feel the tears that haven't fallen and I don't know how to explain the nostalgia of my own childhood. I'm about to cry but I see the parents of those Chinese children on the benches and I suddenly feel as if their Chinese hands rummage through my memories, and in my failures.  


Ireland is far away... nostalgia for an unshared time, which perhaps would have been happy.  I met her later.  And I failed her.  Then there was no turning back and the wind dragged us, like unguided kites, to separate destinations.


Vuelvo al presente a duras penas. 


El sollozo gime con la nueva racha de viento al ver a unos padres paseando con sus hijos por el parque, entonces recuerdo el pelo castaño y rubio de mis hijas, ondeando al aire del columpio del parc dels Pinetons. La añoranza de esos días, que pasaron volando como la cometa, me duele sin remedio y de nuevo mis ojos se inundan de lágrimas.


The sob moans with the new gust of wind when he sees some parents walking with their children through the park, then I remember the brown and blond hair of my daughters, waving in the air of the parc dels Pinetons swing. The longing for those days, which flew by like a kite, hurts me hopelessly and again my eyes are flooded with tears. 


Y noto, nuevamente, como el tiempo me atraviesa. 

Como si mi cuerpo fuera el aire sobre el que se aguanta mi cometa. 


And I notice, again, how time goes through me.

As if my body were the air on which my kite stands.

Like in Ireland.


Sanmenxia 20 abril 2025

三门峡2025420


lunes, 9 de diciembre de 2024

El silencio de mi


El silencio 


¿Es una condición necesaria para seguir avanzando, o es una técnica para dejar que el tiempo pase sin tocarme?  

 Tengo mis dudas.  

¿Se llega al silencio de forma innata o se llega después de experimentar con “el intento” de forma repetida?   


Pero claro, tendría que explicar eso del intento.  Pero antes tendría que saber a quién me dirijo, o sea quien me lee o leerá.  

Por hoy voy a prescindir de saber esto último.  ¿Puedo decir que hay “gente” que nace con predisposición al silencio?  ¿O eso es imaginación?


El silencio, afirmo yo,  es lo único que puede hacer que el yo florezca.  

Pero siempre que sea un silencio fruto del cese del deseo de enriquecerse.


Pero si la mente global [por qué hay muchas mentes, sí, pero yo me refiero al concepto “mente” como el ordenador que maneja nuestro yo soy, no el yo personaje que es el yo estoy y que es manejado por una mente particular a la que llamamos personalidad] no ha cambiado todavía de forma, no a metanoizado,  todo lo que creemos saber se depositará en un recipiente rígido, formateado, incapaz de cambio.  Y seguirá haciendo las mismas cosas… y, por tanto, dando vueltas a la noria.


Meditar, para mí, es concitar el silencio de los procesos mentales.  Es parar el flujo mecánico del pensar, para que, en el silencio, podamos oír lo que nos tiene que decir el yo soy, a menudo ahogado por el torrente de información en el que vivimos… no es fácil aquietar las aguas del estanque mental hasta que se vuelvan transparentes y dejen ver a su través.  Pero sin intento no hay avance. 


miércoles, 2 de octubre de 2024

La amante silenciosa

 



Ya te dije que sé que no esperas nada de mi (aunque no estoy seguro de si te lo dije así o solo pensé que te lo quería decir), así que seguiré amándote en la soledad de mis recuerdos, buscando los colores que el tinte del tiempo ha ido apagando para volverlos vivos al pensarlos.  

Solo queda el recuerdo. Eso creo… pero está ahí, vivo.


El recuerdo tiene sombras en las que cobijar mis fracasos.  Pero las sombras tienen relieves que mis manos acarician pensando en tus formas. 


Me gustaría decirte: dime donde piensas y habitaré en la memoria de tu recuerdo.


Una vez te quise decir, pero no me atreví a hacerlo: te amaré mientras pueda, viviré en ti mientras tenga deseo y solo te olvidaré cuando ya no recuerde el color de tus ojos.  


Ahora solo queda el recuerdo. Todavía. 


jueves, 12 de septiembre de 2024

La isla de la mujer dormida




La trama


El protagonista es un marino  mercante al cual la guerra civil española lo pilla en el Ferrol. Es movilizado y entra a formar parte de la marina de guerra del bando franquista. Debido a una serie de circunstancias es destinado a una misión secreta en el Mediterráneo, que tiene como objetivo destruir las líneas de abastecimiento navales que unen los puertos rusos en el mar Negro, con los puertos republicanos del Mediterráneo.  La operación, que tiene por objeto hundir barcos, se llevará a cabo desde una pequeña base situada en una isla en medio del archipiélago de las Cícladas, en el mar Egeo.  La isla de la que estamos hablando es la que da título a la novela.


A partir del momento en que se nos presenta la situación del marino reconvertido en corsario, o mejor pirata, pues ha de navegar sin reconocimiento oficial, se abren tres escenarios de la novela.


Por un lado lo que sucede en Estambul, entre el espía republicano y el espía franquista, que intentarán intervenir en el desarrollo de los naufragios en uno y otro sentido . Dos personajes que son amigos y que las circunstancias de la guerra  ha puesto en bandos contrarios. 


Por otro lado, lo que sucede en la isla de la mujer dormida, que es propiedad de un noble griego que vive retirado en la isla  junto a su excéntrica mujer rusa, con la cual tiene una relación poco ortodoxa por no decir anómala, y la decadencia moral en la que el barón transita dentro de su matrimonio.  La relación del barón con el marino tiene momentos álgidos y resulta interesante. La relación de la mujer con el marino es la trama amorosa-sexual de la novela y desde mi punto de vista deja bastantes flecos sin respuesta, aunque esté bien narrada.  


Y finalmente, los avatares propios de la misión, en la que nuestro protagonista se verá convertido en capitán de una lancha torpedera alemana que la Alemania nazi ha cedido al bando franquista de tapado. Las aventuras Y desventuras de la tripulación con su capitán están bien estructuradas y se hacen querer.  


Los tres desarrollos serán convergentes en un final bastante previsible aunque no exento de épica.



Mi critica  


Me ha gustado, como casi todo lo que escribe PR.  Si tuviera que poner pegas seria sobre algo frecuente en su forma de escribir.  Creo que es exageradamente cuidadoso introduciendo “cultismos” tangencialmente, de forma que no sea demasiado evidente la petulancia.  Algunos de sus personajes, concretamente el barón dueño de la isla, no necesita que se le adorne con determinadas lecturas y citas.  Es presumir simple y llanamente.  No siendo necesario, en mi opinión, ni para la trama ni para que entendamos sus actos.  

Son magnificas algunas descripciones de atardeceres o de amaneceres en el mar.  En eso si creo que tiene un fantástico legado (que usa en muchas de sus obras) seguramente facilitado por su afición a navegar.  


El desarrollo amoroso de la trama es bastante cogido por los pelos, pero vale como entretenimiento.  Me sobran todas las referencias a la vida anterior del barón y su mujer (de la que repite al menos dos veces que tiene pies de puta turca…), ya que sin tanta repetición de los antecedentes también se entiende lo que sucede.  O, mejor dicho, lo que ha ido sucediendo en la relación marital a lo largo del tiempo.  


El carácter del personaje principal está muy bien definido.  Cae simpático y tiene garra.  La mujer del barón no está tan bien tratada y algunas cosas son prescindibles como por ejemplo el tema de la cocaína inyectada, que es un simple adjetivo sin importancia y nada cambiaria si se lo hubiera ahorrado.   

lunes, 3 de junio de 2024

El coreano o la insoportable pesadez del ser




El coreano o la insoportable pesadez del ser

(a propósito del libro "NO COSAS" de Byung-Chul Han)



No tengo nivel, ni es mi pretensión hacer una crítica sería al coreano-alemán objeto de vuestra admiración.  Pero si puedo daros mi versión de lo que he sentido, y después reflexionado, cuando he acabado de digerir, con algún Almax, ese “NO-COSAS” que tanto –parece–, os ha gustado.  


De forma previa diré, algo obvio –pero no tanto–, que conviene recordar.  Hay un tiempo para arar, uno para sembrar y otro para cosechar.  


Arar, es árido, arduo, duro y tiene un costo, un desgaste, por tanto, conviene saber que es mejor afrontar este tiempo en la juventud.  Después se siembra, si es que tenemos algo que sembrar. Generalmente sí. Pero no siempre.  Y finalmente se cosecha, lo cual depende de lo que se ha sembrado, de cómo se ha sembrado y de qué casualidades han hecho que las semillas que tú pusiste en un lugar germinen allí o un poco más allá del camino.  El azar tiene un papel.  Aunque muchos defenderán que el azar no existe.  Ese es su problema. El mío no.  


Una vez dicho esto intentaré explicar por qué lo he dicho.  Bien, a mi juicio, equivocar los tempos es algo común.  Nadie está exento de este desliz.  Pero hemos de saber reconocerlo.  A veces si el ego es muy abultado no se puede.  Pero eso es otra cuestión.  


Arar, en el significado que yo le he dado, es preparar el Relato.  Estudiar, para finalmente adoptar una welstanschauung personal, traducido del alemán, es la forma de concebir el mundo, o sea, qué cosmovisión adoptar para participar de lo humano, por tanto, de lo social o comunitario, pues somos por este orden:  seres naturales (inscritos genéticamente en la escala de la naturaleza), seres sociales (inscritos en la escala de la dimensión humana) y seres trascendentes (por nuestra pulsión a buscar la verdad que se oculta tras el velo de la muerte).  Pero no seremos nada, ni completos, ni incompletos, si no nos proponemos para ser partícipes de estos tres niveles.  


Naturaleza, lo que nos hace trabajar en pro de ella y respetarla… 

Humanidad, lo que nos hace partícipes, e implicados  en lo social o comunitario…

Espiritualidad, lo que nos hace aspirar a la trascendencia en el formato que hemos elegido, sea por cultura cercana o por adhesión a otra,  aunque sea lejana…


Pero el tiempo de arar es limitado… no me imagino a un jubilado todavía buscando el significado a su existencia… creo que si esto ocurre es una alteración notable al discurrir de una vida.  La madurez es la época en la que sembramos… aquellos que pueden.  Y la vejez es la época en la que cosechamos… 


Bien, bien, dicho lo previo vayamos al coreano.  A mí me parece que el coreano se la sabe muy larga y le gusta publicar o sea ganar pasta.    El panfleto de las NO-COSAS podría resumirse en pocas frases.  Por otro lado, nada sorprendente, pues todos hemos pensado alguna vez lo mismo.  Lo que pasa es que él lo adorna con ese lenguaje erudito que se oculta tras el academicismo.   O sea, bajo el prestigio de ser considerado quien es.  Y de tener un gran bagaje de lectura y estudio. Es su oficio.  Y seguro que su prestigio lo aró cuando debía. Y ahora cosecha… no como otros que se gastan la pasta en el coreano pensando que con ello aumentaran su acervo… aclaro que yo me la gasté (la pasta) solo por curiosidad.  


Está claro que el discurso está relleno a tope de referencias a autores, o sea filósofos previos, que usa de continuo para reafirmar sus tesis… Tesis que, por otro lado, nadie discute, pero que quedan muy bien si se acompañan de citas… es pensar sobre el pensamiento de otros, algo que se le da muy bien a la gente que cuando habla de algo siempre acaba refiriéndose a lo que ha leído en una u otra ocasión.  Citando a los autores leídos como coletilla que se exhibe a modo de trofeo y marcador de terreno como los canes cuando delimitan su territorio levantando la patita.    Estoy convencido de que, a partir de cierta edad, quien necesita de este recurso es que busca un reconocimiento que de joven no tuvo.   


A ver no estoy diciendo que la digitalización del mundo relacional no haya ocupado el lugar de las cosas-cosas.  Sería negar una evidencia.  Pero ¿a estas alturas quién lo duda o lo niega?   Por tanto, de que va?  Pues va, a mi juicio, de lucir su discurso, de “epater a les bourgeois” que no sé si está bien escrito o no.   La redundancia, hablando de los smartphones, de la smarthome, de las selfis, etc., es del todo tan evidente e innecesaria desde la página 3… que no acabo de entender a quien va dirigido, pues si es a quien tiene nivel lector para pasar de la página 3, le sobra, pero al que no tiene nivel,  ni le roza… Pero  el colmo  de lo desmesurado es lo que se suelta en la última entrada con el gramófono dels collons… cuando lo leí el estómago dijo basta y me tomé un Almax… 


En definitiva, que cada vez aprecio más el silencio.


Y la levedad.  No la pesadez del conocimiento, la erudición y la cita…


Lo que me recuerda que un día, allá por los 80 y pico, leí la insoportable levedad del ser (M Kundera). Estaba entonces en la fase de arar.   Me motivó, me dio instrumentos para afrontar el dilema amor-raíces (familia) versus amor-desarraigo (bohemia).  Y dije que me gustó.  Pero 20 años más tarde lo volví a leer (cosa que recomiendo) y me pareció una obviedad, un aburrimiento, en fin una lectura superada o innecesaria, no de forma absoluta (lo tuve que reflexionar) sino relativa.    En la cual reconocía unos valores, pero unos valores para una lectura joven, para una lectura con 20-40 años, no para quien estaba ya en la edad de sembrar… este pensamiento (cosa que es evidente que una IA no haría:  no hace falta que el coreano dels c… nos lo diga) me llevó al momento presente en el que todavía hay quien cree que tiene 30 años… y sigue arando…  


El silencio es lo único que puede hacer que el yo florezca.  


Un silencio fruto del cese del deseo de enriquecerse.


Pero si la mente global (por qué hay muchas mentes, sí, pero yo me refiero al concepto “mente” como el ordenador que maneja nuestro yo soy, no el yo personaje que es el yo estoy) no ha cambiado de forma, no a metanoizado,  todo lo que creemos saber se depositará en un recipiente rígido, formateado, incapaz de cambio.  Y seguirá haciendo las mismas cosas… dando vueltas a la noria.


Meditar, para mí, es concitar el silencio de los procesos mentales.  Es parar el flujo mecánico del pensar, para que, en el silencio, podamos oír lo que nos tiene que decir el yo soy, a menudo ahogado por el torrente de información en el que vivimos…


That is all my friends!!!

lunes, 12 de diciembre de 2022

Un peliculon sin pretensiones: "Hostiles" de Scott Cooper




HOSTILES (2017)

Se puede ver en PrimeVideo y Filmin

dirigida por Scott Cooper e interpretada por Christian Bale y Rosamund Pike


Hacía tiempo que no veía un peliculón sin pretensiones, este, para mi, lo es sin duda.  Con la apariencia de un western te mete un trallazo emocional de órdago, te mete una fotografía paisajística que flipas y en el fondo de todo subyace un dilema ético, que puede pasar de puntillas  a según que espectadores.  Pero puede pasar de puntillas por que la forma, el formato o el paquete, el envoltorio… es tan bueno, que lo que lleva dentro puede ser comprendido o no, pero puede ser casi prescindible, sino fuera por que es la excusa para marcarse una película de mucho calado.   La narración –a veces algo sincopada para reducir metraje–, te va metiendo el interés (del “a ver que pasará”) en el cuerpo y las escenas de acción con violencia están muy bien dosificadas.  Creo que el guionista, que es el mismo director, ha querido mostrar varios planos de visión, buscando tanto el agrado de los amantes del western clasico, como el de los amantes de lo romántico atemporal y el de los “frikis” de los dilemas y diálogos filosóficos….   En fin que así como del ultimo western que vi (El poder del Perro) eche varias pestes y un bufido, de este western he quedado prendado.  Hacia tiempo que no se me encogía tanto el corazón viendo una película… las escenas finales son cinematográficamente hablando deliciosas, ella trabaja muy muy bien, pero Christian Bale es casi tan bueno como Clint Eastwood,  el final es… bueno, imposible, no os la perdáis.  Y llorad si os apetece, por que –para que no os pille desprevenid@s–, es de las que nos hacen llorar a algun@s.


Rodada toda ella en exteriores de Nuevo México, Montana y Colorado.

domingo, 16 de octubre de 2022

El olvido es el sueño del pasado





Donde el pasado perdura no es en las cosas que vemos y que hacemos cada día, o que creemos tener pero que son prestadas. 


El pasado tampoco son los recuerdos, que a menudo los años acaban deformando.  


El pasado es la mañana de esta tarde que vivo ahora, mientras trato de recuperar sentimientos que antes no quise reconocer como propios... Cuando pensé, que:


“Desearía ser roca de tu torreón seguro 

y firme asiento donde construir juntos 

nuestro futuro de inciertas plenitudes…”


Nunca fué. Quizás aprenda del pasado, mientras crece lenta la raíz del sentimiento. 


Y al hacerlo despacio, –sin forzar el alma de las cosas, de los sucesos o de las personas–, nos llegará, desde el futuro anticipado, lo que reconoceremos más tarde como el pasado...


Y recordé:


“Sabiendo que las palabras son solo eso,

–pues los hechos siempre nacen huérfanos–,

ya que solo el tiempo sustituye al deseo…

Yo quería vivirte apasionada y tierna como eres,

como te surge cuando se escapa el cariño,

ese que tú me lanzabas, entre palabras con guiños, 

y que veía venir desde más allá de lo que hablabas…”


Y aprender a mirar de frente con la mirada clara, buscando lo esencial de la relación humana, no lo anecdótico ni los adornos que distraen. Buscando destellos del amor universal, si, de esa estima que no mira atrás ni pide intereses por el préstamo,  por que en realidad vivir es amar en uno mismo los reflejos de los otros, tanto de los que nos han querido antes, como de los que, sin saberlo todavía, nos amarán en un futuro que un día también será nuestro pasado. 



“No sé porqué, ni tu tampoco seguramente,

pero los dos sabemos que poco cuesta

ser cobarde y no prender la mano abierta

rechazando lo posible, por miedo a volar

hacia horizontes de renuncia, sin certezas…

Nadie firma préstamos de duda, ya lo sé,

y yo te lo estuve pidiendo entre beso y letra,

entre ternuras y razones que no comprenden

la bondad de las verdades que nos llenan…"


Y volví a los recuerdos al pensar:


"Si. Nuestros hechos fueron primero voluntades.”


Por qué el pasado es un presente construido con sentimientos caducados, como el atardecer melancólico que se nos llevará la noche al convertirlo en un momento mortal.  


Y la palabra escrita, como la imagen, es la voluntad que hace al momento eterno, para que perdure más allá del olvido. Porque el olvido, disolvente de los recuerdos, es el sueño del pasado.

jueves, 14 de julio de 2022

El manejo del tiempo




[La cajafuerte y otras paridas]



Querida emperatriz insular de quijotes de mazapán:
Recibí tu email-carta llena de añoranzas de un pasado, padre de un futuro de plenitudes. Proyección de ti misma que seguramente en alguna revuelta del camino te vendiste por un buen festín de lentejas con jabugo. Que le aproveche a tu cuerpo serrano, ele!!

Cada uno de nosotros cuando habla con otro está hablando más de un 90% para si mismo. Sentado esto seguiré de pie con la verborrea de turno.


Es cierto, yo por lo menos así lo tengo para mi, que a menudo nos es imposible transmitir eficazmente los sentimientos, y que, al intentarlo con palabras raramente no desvirtuamos el mensaje original que quisiéramos transmitir. No obstante ya se cuenta con ello, y, en general la palabra escrita cuando se destina a quehaceres afectivos, sacándola de sus dominios racionales, mas que transmitir lo que ha de perseguir es la evocación en el receptor de aquellas emociones que ya residen en él. Una especie de puesta en marcha de reacciones en cadenas emocionales, calculadas o no, previstas o no, buscadas o casuales, todo depende del mutuo conocimiento, de la intencionalidad del escribiente y de su capacidad creadora (mejor: re-creadora). Hay quien se ha ido dotando de esta capacidad de una forma natural y sin saber como, y también quien la persigue con ahínco toda la vida sin que por ello tenga el resultado final asegurado. De la madera de los primeros están hechos los grandes escritores naturales (o sea los de nacimiento), que afortunadamente no son los únicos que conocen los secretos de la palabra escrita.


Es curioso que hace unos días me planteaba yo lo del ser o estar, cuando me llega tu carta en la que planteas sin quizás saberlo una parte de este problema. Veamos; dices en una parte de tu carta: "Me siento (=realidad subjetiva = existo como) esclava de mi misma, llena de contradicción y rodeada por ella.... y lucho por mi identidad perdida, aun ignorada, lucho por no asimilarme al entorno y quedarme en el camino petrificada mirando atrás". Empecemos por lo que llamaré cuestiones previas.


- ¿todo esto te salió así, de golpe, o fue remodelado a partir de una idea que perseguía un fin ?


- si es una forma de emergencia espontánea, quizás tenga que dirigirme a tu subconsciente, tu Ello freudiano (1).


- si fue remodelado a partir de una idea, debo de reconocer que has logrado un bello producto de reflexión, pero este producto sin los efectos personales de dicha reflexión se queda en objeto decorativo.

Dejadas las cuestiones previas, y con tu permiso, abordo el tema ser/estar. Dices: me siento. Podrías decir en su lugar: ¿soy? La frase completa seria: Soy esclava de mi misma. Desde el punto de vista de una mayor objetividad se puede decir que es mucho más exacto ese soy esclava que aquel me siento esclava. Sin embargo tú, sujeto de tu propia experiencia, lo transmites como algo que sientes, lo que implícitamente conlleva la creencia de que no lo eres (esclava) sino de que tan solo lo sientes... Una parte de ti, dejemos por ahora cual, sabe que eres esclava de otra parte de ti. Al transmitírtelo es evidente que no te puede decir soy esclava, porque no eres totalmente tú en su totalidad quien lo cree. Es una parte. Pero es una parte o un estado? Si es una parte es un ser, si es un estado es un estar en dentro de un ser. Esta sutil distinción hace del asunto una diferencia abismal en la consideración sobre la manera de proceder futura. Pero veamos que otras ayudas nos vienen de tu discurso, ayudas que nos permitan dilucidar si estamos o somos esclavos de nosotros mismos. Dices estar llena de contradicción y rodeada por ella, además estas luchando por una identidad perdida (de ahí la nostalgia de la que te hablaba al principio) que, inmediatamente, reconoces lapsus linguae que te traiciona AUN ignorada (probable proyección del deseo de tener una nueva identidad que te permita romper con el pasado). Si seguimos tus palabras podemos confirmar la sospecha. Efectivamente lo que ves nacer no te entusiasma y a lo viejo no quieres/puedes recurrir. De ahí la contradicción que manifiestas al decir que luchas por no asimilarte al entorno. Esa asimilación todavía la vives como una traición/pecado que seria castigada con la Lotificacion (la mujer de Lot, etc.). Pero todo este rato no estás hablando unificada, es un dialogo entre dos partes de ti misma (no entro en saber cuales, ni de qué calidad, por ahora).


Así, yo entiendo que la conversación que mantienes contigo misma desdoblada podría ser la siguiente:


1/ soy esclava de mi misma, que impedimento!
2/ en realidad exageras, no es así realmente, es tan solo una cuestión subjetiva. Te estás percibiendo como tal, lo que no deja de ser un problema, pero menor.


1/ soy una contradicción y eso me paraliza!
2/no exageres, en realidad estas habitada, como todos, por tremendas contradicciones que te bloquean.


1/ si, es cierto, tienes razón, en realidad lo que más me preocupa es mi identidad perdida, lo que pude ser y no fui, aquello que abandoné.
2/ pero que dices, no ves que tu identidad verdadera está por llegar, todavía no la has descubierto, ahí ha de estar tu lucha!!!


1/ verdaderamente vuelves a tener razón, ves como soy contradictoria, claro que si!, mi nueva identidad ha de ir pareja a mi nueva vida, he de abandonar los viejos valores y así superar esa contradicción entre mi pensar y mi vivir.
2/ realmente eres torpe para entenderme, si haces eso te detendrás en tu evolución, no comprendes que el entorno te alienaría hasta el punto de impedirte siquiera mirar con dignidad a tu vida anterior.


Y así, por poner un ejemplo, esos dos (que tengo para mí que son dos estados de tu ser) se discutirán inútilmente sin fin hasta que la atención (el flujo y reflujo energético que nos mantiene en contacto con el mundo) te sea capturada por otra cuestión. En ese momento, probablemente otros dos, o quizás tres, estados de ti misma tomarán posesión de tu conciencia vigil para organizarte otro cacao mental similar. Amén.

A menudo me pregunto si esa distinción entre el ser y el estar no es el velo que oculta nuestra tragedia personal. No sería que nos pasamos la vida creyendo que somos cuando en realidad simplemente estamos en algo que es independientemente de nuestra real comprensión sobre su esencia. ? No sería que lo que llamamos vida es simplemente un estado transitorio del ser en que potencialmente podemos devenir. Si así fuera, seria lógico que la conciencia del presente actual fuera ligada al estado y no al ser, o sea al estar en y no al ser en sí. Ello explicaría la turba multiparlante que nos habita y cree regir. Esta conciencia del presente actual seria el falso espejo en el que nos reconocemos como algo/alguien único, y, la identificación entre el estar en y el ser, proporcionaría a la conciencia de si mismo el espejismo de creer que somos, evitándonos la comprensión de otra realidad posible: que simplemente estuviéramos en una parte de un ser.  (No te suena a sueño de Brahma…?)


Doy por acabado el tema del ser-estar y paso a cuestiones de orden más inmediato-práctico. Frecuentemente nos sentimos perdidos en este laberinto interior. Hay que saberse distinguir lo que es cháchara para quedar bien consigo o con los demás, de lo que es preocupación verdadera por encontrar pequeños cabos sueltos que vayan convirtiéndose en el definitivo hilo de Ariadna. Desgraciadamente la primera contradicción que nos asalta, a ti, a mi, a Perico y a Juan, es la contradicción que conlleva nuestra instalación en el mundo. Estamos bien apoltronados en el mundo sensible, invirtiendo miles de esfuerzos por mejorar nuestra instalación, como si eso fuera (que lo es mientras no demostremos lo contrario con nuestra praxis cotidiana) el ultimo fin. El confort y el consumo, junto al apego a nuestras falsas imágenes son los pilares de esta instalación en el mundo de los sentidos, un mundo exterior, que sabemos inútil para colmar nuestras ansias mas profundas de verdad, pero del que somos incapaces de despegarnos un milímetro sin sentir terribles llamadas al orden. Este estado de cosas aceptado, es el medio en donde se desenvuelven nuestras vidas. Lo normal es sentirse mal, aterrado por el frío, la oscuridad y "lo rocoso" del paisaje, como dices en tu carta. Lo anormal es sentirse tan feliz. Una anormalidad que desafortunadamente no lo es desde el punto de vista de la estadística poblacional.


Hay que tener lo que yo llamo "la cajafuerte". (Eso de que hay que tener podemos dejarlo en que yo anecdóticamente utilizo este truco y me va bien, por lo cual, y por extensión presumo que al resto del mundo también le conviene.)
Lo de la cajafuerte funciona así. Después de cientos de veces de hacerse buenos propósitos uno se convence de que se va a pasar la vida haciendo planes y punto. Fácilmente se cae en el olvido de lo que se pretende y el abandono nos va alejando cada vez más de aquellas partes (estados de nosotros mismos) que tienen cosas que valen la pena. En una de estas damos el frenazo y volvemos a estar en antena. Volveremos a eclipsarnos pasadas unas horas. Es inevitable. Por el momento, añadiría yo. En una cualquiera de estas, estando en antena, se concentra al máximo la esencia de lo que se pretende y se escribe. Del otro lado del papel (holandesa, folio, din A4) se concentra al máximo la esencia de lo que lo impide. Y eso es la cajafuerte. Una especie de lugar seguro en donde guardar lo más íntimo recogido en momentos positivos cuando se revisa lo más íntimo que nos mueve y lo más íntimo que nos inmoviliza. Inicialmente puede ser un lugar material, con el paso del tiempo es un lugar/estado en nosotros mismos al que recurrir si nos sentimos agobiados, para recomenzar siempre desde algo con esperanza. Establecido el truco de la cajafuerte tenemos una especie de póliza de seguro contra la desesperanza. Porque la desesperanza de aclararse algún día, es, no lo hemos de olvidar, nuestra principal enemiga con el paso de los años. La desesperanza es hija de nuestro propio cansancio vital.


En toda esta dinámica, personalmente creo ver una clave, que tan solo he sido capaz de ir descifrando en parte con la edad. Se trata del manejo del tiempo. El tiempo se nos escapa o lo retenemos según cual sea nuestra posición de percepción previa a su transcurrir por el presente. Desarrollar la palabrería racional por la que hacer esta frase mas inteligible/comprensible me llevaría probablemente una carta tan o más larga que la que estoy pariendo o sea que intentaré una vía de escape rápida con un ejemplo que quizás alcance directamente tu comprensión. No es lo mismo, a efectos de percepción de la relación actividad/tiempo, que una persona se levante por la mañana y empiece el día lavándose, duchándose, cafeteándose, mantequilleándose las biscottes, cocheándose para ir al curro, etc , que otra persona empiece el dia planteándose su posición ante el tiempo que la transcurrirá en las próximas 24 horas. O sea intentando planificar las acciones de su día. Es evidente la diferencia que en percepción del fenómeno tiempo experimentarán las dos personas. Tanto a una como a otra las cosas, por supuesto, les sucederán aunque ellas crean ser los protagonistas de sus acciones... Sin embargo cuando la experiencia de la segunda se repite un día y otro, aparece lentamente la convicción de que es imposible programarse, planificar y controlar. Esta convicción es la semilla necesaria para que crezca la comprensión de que el tiempo nos transcurre y que el apresuramiento es inútil. No es importante lo que se hace, que no se hace, sino la apreciación de lo que sucede, dejando que lo que sucede sea a un ritmo que nos permita aprovechar ese caudal de impresiones para trabajar sobre nuestra atención. Ordinariamente imponemos nuestro apresurado "tempo" a los acontecimientos y nos perdemos el valor que podría tener la observación, la atención dirigida al reflejo interno del aquel suceso. Pararse a primera hora para planificar el día tiene la virtud de ponernos, si somos capaces de entender minimamente el tema, nuestro reloj interno al ritmo de lo que ha de suceder. Es evidente que también tiene otras ventajas de orden práctico. Pero destaco, por haber descubierto su importancia, ese contagiarse de la serenidad del tiempo exterior a nosotros. De ese tiempo que nos transcurre y que nada tiene que ver con el tiempo psicológico que acostumbramos a llevar puesto, generalmente a toda máquina. No se si habré sabido transmitir esa clave de comprensión del tiempo. Me hubiera gustado hacerlo mejor.


(1) Según la teoría psicoanalítica desarrollada por FREUD, y que me limito a esbozar o repasar en sus líneas genéricas, la persona viene regida por tres ámbitos de influencia: el yo, el super yo y el Ello. El yo es la parte más o menos consciente y adquirida de la persona, normalmente es la residencia de la conciencia moral y normativa, la conducta de la persona se rige por sus contenidos y obedece a sus consignas. El super yo es el complejo normativo/conductual que nos imponen estructuras superiores a nosotros mismos. La visión del mundo específica de nuestra percepción sensorial, y, probablemente, la resultante de la interacción naturaleza/cultura, así como la estructura social en la que desarrollamos la supervivencia, sean todos ellos ejemplos de lo que aproximadamente son los principales elementos, no los únicos, que configuran el super yo. (La mejor descripción del super yo que he leído la hace Castaneda en "El don del Águila" su sexto libro.) Finalmente el Ello. Este es el mas misterioso e impenetrable. De hecho toda la técnica psicoanalítica va en gran parte encaminada a su exploración. El Ello es el compendio de cosas que no siendo nosotros mismos ES nosotros mismos sin saberlo y/o aceptarlo. Procede en su mayor parte de material rechazado por la conciencia, olvidado, desechado. Se ignora, realmente, cuál sea la fuerza que puede llegar a vertebrar el Ello, darle cohesión, coherencia o fuerza de acción. Puede determinar a la persona, violando su voluntad consciente hasta el extremo de llevarla a la acción sin esta poder reconocerlo.