Las experiencias vitales son la lana. Podemos procesar y registrar nuestros tumbos. Si esta expresión se hace reflexiva estamos ante una creación. Una madeja. Así pues, si la vida experiencial es la lana, las proposiciones en torno a ella serian la madeja. Todos tejemos de ovillos que la vida hace de mil madejas. No podemos hacer el ovillo a nadie, pero si madejar exquisitamente la lana que nos ha tocado cortar. Los que nos siguen lo agradecerán.