sábado, 17 de julio de 2021

Old and Wise

 


Old & Wise - Alan Parsons Project



Graznaban las gaviotas –alrededor de la torre Vilana– con  pequeños gritos que convocaban a la bandada. Era temprano en la azotea.  El sol alumbraba una ralla en el horizonte y el aire olía a una mezcla de vertedero, glutamato y gasoil.    


Me había despertado el incomodo colchón de hospital y decidí explorar la azotea.  En los hospitales siempre hay una salida a la maquinaria del terrado. Me acordé cuando en Granollers nos escapábamos a la azotea durante la guardia, con Andy y Neus. La gravilla de la Teknon era de cantos rodados.  Los pies al caminar la hacían crujir y resonaba extrañamente en el silencio de la madrugada.  Encendí la luz del mobil para no tropezar y me senté –encarado al mar–, en un saliente.  Barcelona se extendía a mis pies, dormida, soñando quizás con el apresurado día que estaba llegando. 


Esta mañana, o al mediodía, me iban a reparar la arteria coronaria descendente anterior. El riesgo era mínimo y no sentía ningún temor o desasosiego por el hecho de someterme al implante de un estent.  Me pregunté si lo tendría en caso de existir un problema serio, un riesgo verdadero para mi vida.   Llevo tanto tiempo aceptando interiormente el fin de mi existencia que la respuesta no tardó en llegar: no.


Marta piensa que soy egoísta por que no me importa lo que dejaria , o sea las necesidades de aquellos que lamentarían mi ausencia.  Quizás sea egoísmo, pero no me importaría dejar todo lo que tengo entre manos y pasar a otra cosa, sea la que sea si es que es. O al simple apagón, si es eso lo que nos espera.   Las necesidades de mis próximos son cosa suya.  Hay un tiempo para arar, uno para sembrar, otro para  regar y ver crecer el fruto del esfuerzo, otro tiempo para recoger… y finalmente llega el descanso.  No es un ciclo que se pueda repetir, ni desplazar de la edad biológica que nos atraviesa.  A cada tiempo su afán.  Y mi afán, si es que lo queremos llamar así, es salir discretamente de escena sin dolores acumulados ni cuestiones pendientes.  Solo en mi verdadera soledad interna, con mis cuitas propias, las que se derivan de mi propia introspección, las que arrastro edad tras edad, aquellas que no consigo cambiar y que regresan una y otra vez para  recordarme que: por mucho que quiera lo contrario, no cambiarán, y que solo desaparecerán con el apagón.  


El sol relumbró un instante y nació.   En ese momento empezó a sonar “Old and Wise” de la playlist de Alan Parsons que estaba escuchando en mis auriculares.  


Hasta donde mis ojos pueden ver

Hay sombras acercándose

Son las de aquellos que deje atrás

Quería que supieras 

Que siempre has compartido mis pensamientos más profundos

Y que también irás a donde yo voy…


Ah… cuando sea viejo y sabio


Las palabras amargas ya no me afectan

Vientos otoñales me atravesarán

Y algún dia en la noche de los tiempos

Cuando me pregunten si te conocía

Sonreiré y les diré que eras mi amiga

Y la tristeza desaparecerá de mis ojos…


Ah… cuando sea viejo y sabio


Hasta donde mis ojos pueden ver

Hay sombras rodeándome

De los que dejé atrás 

Quiero que todos sepan

Que siempre has compartido mis horas más oscuras

Y que echaré en falta pensarte cuando me vaya…


Ah… cuando sea viejo y sabio


Y las palabras serias que me lanzaron y golpearon

Pasarán a través mío como los vientos otoñales

Y algún día en la noche de los tiempos

Cuando te pregunten si me conociste

Recuérdales que eras mi amiga

Mientras el telón final cae sobre mis ojos…


Ahhh… cuando sea viejo y sabio


Si. Tan lejos como puedo ver… que en mi caso no es mucho… Vista y memoria.  La primera es la de un miope reparado, la segunda corta y selectiva con tendencia a recordar principalmente lo agradable.  Yo lo llamaría optimismo miope.


Qué arrogancia asoma en eso de considerarse sabio.  Viejo, si, cada vez más.  Pero lo de sabio no está a mi alcance.   La mañana había empezado y regresé a la habitación 304 antes de que descubrieran mi travesura.

jueves, 6 de mayo de 2021

Roma, de Alfonso Cuarón

 



 Me he quedado de pasta de boniato!  La he visto en dos tandas... la primera fue interrumpida por algún evento y hasta hoy no he encontrado el momento para ver los ultimos 45’ 

Este mexicano, Alfonso Cuaron, de la generación de Guillermo del Toro y de González Iñarritu, es un crack! 


Roma me ha reconciliado con el cine en mayúscula, con el Cine.  La verdad es que lo normal es ver buenas pelis, las malas ya no las vemos, pero entran en la categoría de pelis normales. Muchas muy buenas. Pero Roma es un alarde de Cine. Es otra categoria. Para mi que Cuarón nos ha querido demostrar que no le hace falta ni el color ni la música... y le ha salido una obra de arte que sorprende, si, sorprende que haya tan pocos directores lúcidos que sean capaces de hacer cosas asi... y es que debe ser que nuestro nivel de espectadores es tan bajo que no es rentable aventurarse... es mejor apostar por el cine en minúscula (el de entretenimiento)


Roma toma el titulo del barrio de clase media en México DF en donde se crió Cuarón.  El guion, simple al maximo, relata la vida cotidiana de una familia que podría ser la del director.  Cleo la criada encarna a "Libo", Liboria, que fue el ama de cría o niñera de Alfonso en la década de los 70. 


Cuarón retrata la cotidianidad en el que se cruzan las realidades de la clase media y la clase obrera. Ambos escenarios los vemos juntos e interdependientes, pero separados por la barrera de lo social.  Una barrera que Cuarón quiere demostrar que es franqueable a través de las emociones.  

La mirada que nos ofrece el director desafía el tipo de discurso impuesto por los grandes estudios cinematográficos. Se trata de un relato cinematográfico en blanco y negro, que apela frecuentemente a planos panorámicos con profundidad de campo.

El relato transcurre lenta pero orgánicamente. En algunas secuencias, como en el parto de Cleo o en el incendio en el bosque, Cuarón aplica la técnica de planos paralelos, creando un efecto de contrapunto en el discurso principal. 

La pieza se sitúa en el contexto sociopolítico de los primeros años de los 70, momento historicamente polémico: por un lado, se representa el espíritu pujante de la modernización de América Latina, por medio de los signos de una clase media alta que aspira al señorío económico; por el otro, se expone la alternancia de este mundo de expectativas modernas con la supervivencia atávica de las culturas prehispánicas, aún marginales dentro del sistema dominante. Junto a esto, se respira a tensión social y política creciente que desencadena la matanza del Jueves de Corpus, acaecida el 10 de junio de 1971 en el DF. 

El padre de familia representa, simbólicamente, la imagen del mundo patriarcal y modernizador. Es el típico padre proveedor y distante, con un mundo ajeno al hogar. Antonio conduce un automóvil de última generación que no cabe en el lugar de estacionamiento. Él quiere ser la imagen de un hombre próspero, moderno y libre. Sus expectativas son mayores que la modesta vida cotidiana de la familia en Roma.

La representación del patriarcado no es solamente visible en Antonio. También lo es en los personajes de Fermín, Ramón y, en un sentido amplio, en el campo de entrenamiento del grupo paramilitar del gobierno mexicano, activo entre los años 60 y 80. Fermín, desde la primera escena, hace una exhibición de fuerza física mientras está desnudo; símbolo de una violencia cruda.

Ramón es un joven diletante que no se compromete con su entorno inmediato. El orden patriarcal se concreta en la violencia del Estado mexicano, que impone por la fuerza su voluntad. El orden patriarcal es, pues, violento y abocado a lo público.

En una casa de familia con un padre ausente, primero emocional y luego físicamente, es claro que se construye un mundo centrado en la madre, algo que algunos llaman una cultura matricentral, representada en Cleo y Sofía. No hablamos de matriarcado pues no es un régimen de la madre como jefe y garante del orden. Se trata, más bien, de un acomodo de la familia al cuidado, casi siempre inadvertido, de las mujeres de la casa, que en su silencio resignado sostienen el corazón de todos y acaban también por ser el sostén económico del hogar.

Sofia también, a su modo, es una mujer silenciada como Cleo. Ella sufre con resignación y bajo humillación, el progresivo abandono de Antonio, el maltrato psicológico y el autoritarismo.  Al comprender que ha sido abandonada con cuatro hijos, tal como Cleo lo ha sido en su embarazo, Sofía comprende que ambas son iguales. De esta forma, ella dará el primer paso resuelto para romper la línea que separa a sirvientas y patronas: Sofía pasa de ser la patrona benevolente, a retratarse junto a Cleo en el drama universal de la mujer. Así inicia su transformación personal que se expresa en las acciones de chocar y vender el Galaxy de Antonio, símbolo del fin del reinado patriarcal en el hogar.

En esa vida cotidiana, Cuarón muestra la paradoja máxima, que es a su vez el centro emocional del relato: Cleo, aquella que parecía orbitar alrededor de la familia de Sofía, es, en realidad, la columna que sostiene la casa y evita el verdadero desastre. 

Dos símbolos, por nombrar apenas algunos, son claves: 1) solamente Cleo puede mantener el equilibrio en un pie con los ojos cerrados, cuando aplica el ejercicio que un maestro indica a los alumnos del campo de entrenamiento. 2) el único momento en que Antonio interactúa afectivamente con alguien es con Cleo, antes de dar a luz en el hospital.

Cleo, en su sencillez y sin saberlo, es una maestra de vida que nos enseña –como las aves del cielo y los lirios del campo–, sin necesidad de discursos, sino solo mostrando con humildad y en silencio cómo vivir hermosamente el día a día. Sencillamente, sin juzgar, y sin proclamas.  Algo que Cuarón ha conseguido repetir con su película.   


Os aconsejo q la veais!

viernes, 19 de febrero de 2021

To believe or not...

 Enunciado:

El cambio climatico es una preocupación real pero no parece tan cercana como la preocupacion que debieramos sentir ante el deseado cambio en nuestras propias existencias, derivado del ritmo frenetico al que vivimos a diario y del que deseariamos huir...


Condiciones adversativas:


Y, si a pesar de parecernos mas cercano (el cambio en nuestras propias existencias) no tenemos la capacidad para modificarlo, (ni siquiera en nuestro propio y egoista interés) es por que vivimos en tal grado de alienación que nos impide modificar lo necesario, lo substancial, para conseguir cambios permanentes en nuestra concepcion de “como Vivir”... 


Y, si eso es asi en nuestro ambito más proximo (en nuestro interior) en el cual teoricamente solo dependemos de nuestra decision, imaginemos lo dificil que es la tarea cuando hablamos de afrontar un cambio climatico con descisiones a nivel planetario...   


La primera condicion, la del cambio interior, nos muestra su adversidad por la practica... por el fracaso repetido y el intento contumaz de modificar nuestras vidas en cualquier dirección, sin exito aparente ni resultados verdaderamente significativos...

La segunda condicion, la del cambio climatico, nos muestra su fracaso por analogia con la capacidad que tiene el ser humano de automodificarse... 

“sino puedes hacerlo ni por ti como pretendes hacerlo colectivamente por el planeta”


Condiciones propositivas:


Sin embargo a pensar asi:  “imaginemos lo dificil que es la tarea cuando....”  yo le llamo posibilismo.  De la misma manera que vivir en (con) la expectativa de conseguir un cambio en la forma propia de vivir sigue siendo, para mi “posibilismo”.  


Y, en mi esquema mental (fruto de años de esfuerzo y reflexión), el “posibilismo” (que podriamos definir como la actitud mental que basa la acción en conseguir un resultado que solo es posible con el esfuerzo y que jusfifica la acción en si misma por el resultado finalmente obtenido) es el combustible que mueve la mayor parte de las acciones de la humanidad y del hombre particular.  Es el combustible que hace que no abandonemos la persecución del logro, pues mantenemos la esperanza de finalmente obtener un resultado que compense el esfuerzo puesto en obtenerlo...  y de ese posibilismo vive mucha gente, viven de él los que generan expectativas en forma de ayuda, sean gurus, maestros esotericos o chamanes, sacerdotes o psiquiatras....


El marco mental ha de sufrir una tragedia.  Sin ella no seremos mas que asnos atados a un palo anclado en un extremo al poste alrededor del que damos vueltas y mas vueltas hasta el final de los dias.  Si, es verdad que tambien podemos aspirar a que el surco que dejamos al circular sea más o menos profundo, pero nada más. 


Condiciones subordinadas:


La tragedia ha de empezar el dia en que descubramos que la creencia ha de ser abandonada.  Froidianamente hablando equivale a matar al padre.  Efectivamente, el padre es la creencia, pues el padre primero nos ha hecho creer en él, hemos creido en él desde la infancia por que el padre nos da la seguridad en el mundo, la madre nos da el ser y el sentimiento. Despues el padre nos da la fuerza para enfrentar la contrariedad, nos da el ejemplo para independizarnos del refugio materno: de la comodidad del utero en el que nos sentimos ancestralmente seguros.  Pero pasada la pubertad, en la que descubrimos que somos algo diferente de nuestros progenitores, hemos de resolver nuestra individualidad y nos ayudamos de lo que hemos aprendido, nos ayudamos -por supuesto- de la creencia.  Sea en forma religiosa o no, pero basicamente en la creencia de que podemos hacer cosas y que debemos de seguir un camino propio.  Creemos que es posible hacerlo y seguimos las pautas culturales que alimentarán ya definitivamente el posibilismo en el que nos instalaremos, de por vida o hasta que la venda caiga al aceptar nuestra tragedia.  


Da lo mismo si creemos en que nuestra vida tiene un proposito o si creemos que nuestra meta es descubrir lo que podemos ser y todavia no somos.  Da lo mismo si creemos que Dios esta en todas las cosas o que la esperanza en otra vida más allá de la muerte es posible.  Da lo mismo si creemos que la paz interior pasa por el camino de la meditacion, del yoga o de la salmodia del monte Athos.  Da lo mismo si creemos que tras la muerte no queda más que un cuerpo fisico que es absorbido por la naturaleza en cualquiera de las formas en las que decidimos honrar a nuestros difuntos.  Da lo mismo si creemos que la verdadera trascendencia se halla en la memoria de los vivos que nos sucederan.  Da lo mismo todo, por que todo es alimentado por la creencia.  

Por que mientras creamos, todas nuestras fuerzas se rendiran a los esfuerzos que haremos en pos de conseguir aquello en lo que creemos, en pos de unos resultados que a su vez alimentaran el esfuerzo, actuaremos bajo el mandato del posibilismo, de creer que es posible todo eso que hemos creido posible obtener o conseguir... 


Principal:


Solo cuando la tragedia de abandonar la creencia se instala en nuestro marco mental somos capaces de vislumbrar que nuestro proposito vital solo puede sustentarse en la norma etica universal.  Solo entonces es posible acercarse a la soledad real en la que vivimos y morimos.  Todo lo otro que nos acompaña en el discurrir vital es el adorno necesario para que el drama tenga sentido.  Es el atrezzo necesario de nuestra gran representacion. 


Sea lo que sea en lo que hayamos decidido sustentar nuestra acción solo es posible tratarlo (con el objetivo de lograrlo) sin depender de que ello sea posible, ni de de que los logros en el camino sean el refuerzo que necesitamos para seguir avanzando.  Lo que justifica la accion no es que seamos capaces de conseguir nada (posibilismo basado en la creencia), solo se puede sustentar en hacer aquello que eticamente nos ha de guiar, independientemente del resultado final.  Ese es el argumento universal del Heroe.  El Guerrero no lucha para ganar, lucha por que es lo debido.  Y lucha hasta el final aunque sepa que no ganará o que morirá en el intento.  


Final subordinado: 


Lo que importa no es la meta (que depende de la creencia) sino el viaje que depende solo de nuestras acciones, tanto en lo publico como en lo personal e intimo.