EL 20 DE SEPTIEMBRE 2018
(Los números primos, el desarrollo del hombre y un cuento sobre la Morera, dedicado a Lea)
Este día será recordado para siempre. Es el día en que Lea cumplió 7 años. Fue el fin de su infancia. Dicen los sabios sufíes que la infancia es aquel periodo de tiempo en que la esencia del ser puede cambiar y en ese tiempo se configuran los trazos básicos de la personalidad, según ellos después de los 7 años la esencia no cambia y la personalidad se enriquece, se disfraza y se adapta pero no cambia significativamente, se convierte en una personalidad adulta siguiendo las lineas maestras que la determinaron. Por todo eso el fin de la infancia, entre los sufíes, era una celebración, un rito de paso más hacia la iluminación.
Pero el 20 de septiembre también ha de ser recordado por algunos hechos significativos de la historia.
- En 451 Roma ganó la batalla de los Campos Catalaúnicos aplastando finalmente la amenaza invasora de Atila. Fue la ultima gran batalla que ganó Roma. Pocos años después Roma caería como Imperio ante los barbaros germánicos.
- En 1187 Saladino conquisto Jerusalén, expulsando a los Cruzados.
- En 1519 Magallanes empieza la primera circunnavegación del globo terrestre.
- En 1857 Inglaterra aplasta la rebelión India, conquistando Nueva Delhi, y aplazando durante 90 años la independencia India que llegó de manos de Nehru en 1947.
- En 1985 comienza el proceso “Nunca más” por el que Argentina condenó la dictadura de Videla y los crímenes cometidos durante su mandato.
- En 2017 entra finalmente en vigor el tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares después de 20 años de negociaciones en la ONU.
- En 2018 muere nuestra querida Morera del jardín.
Dicen los sufíes, que los números primos marcan el ritmo de la vida. La Cábala, el Tarot, el I-ching y otras herramientas esotéricas también apoyan sus métodos en los números primos. Todos los años mencionados arriba, excepto el 2018, son números primos.
La secuencia vital para el desarrollo armónico del hombre salta los números primos en base a cuatro, los cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra. De forma que el primer estadio es el 7, el cuarto numero primo. Después le suceden en saltos de cuatro las siguientes cifras: 19, 37, 53, 71, 89, 107 ….
El ser humano desde la concepción hasta los 7 años es aire, de los 7 a los 19 es agua, de los 19 a los 37 es fuego, de los 37 a los 53 es tierra, de los 53 a los 71 vuelve a ser aire, de los 71 a los 89 es nuevamente agua, de los 89 a los 107 es nuevamente fuego y de los 107 en adelante es tierra nuevamente…
El primer ciclo de 4, de la concepción a los 53 años tiene, principalmente un carácter físico, a veces también espiritual.
El segundo ciclo de 4, de los 53 a los 107… puede tener un carácter metafísico (más allá de los físico) o espiritual para otros.
Aire representa el hálito que nos anima y nos hace abandonar el estado inerte, es el movimiento y el juego, el nacimiento o renacimiento físico o espiritual.
Agua es la fluidez, la vitalidad naciente o renacida, la adaptación al medio, la fertilidad, lo que posibilita la siembra y la germinación de aquello que plantamos, sea físico o espiritual.
Fuego es la fuerza que forja, que da forma a la idea, la concreción, la consecución, la cristalización de un proceso, sea físico o espiritual.
Tierra es la base, el suelo, la estabilidad, el fundamento y la fundación de una familia, el reencuentro con lo esencial, sea físico o espiritual.
Pero hoy quería contaros la historia de nuestra Morera… un cuento para Lea en el día de su séptimo aniversario: El cuento de Maria Morera