lunes, 22 de mayo de 2017

"Betroffenheit": La danza en estado puro... Otra búsqueda de la Tangente


Qué es Betroffenheit?  Es descubrir que el tiempo simplemente nos miente, pero no nos engaña.  Tomar conciencia personal de este hecho, nos sacude momentáneamente, pero no detiene el curso de la vida.  En los breves momentos en que, gracias al arte –en cualquiera de sus recursos, en este caso La Danza– elevamos a consciente este suceso, experimentamos algo  que llamamos consternación (Betroffenheit en alemán), un estado de ánimo mezcla de disgusto, abatimiento, pena e indignación. Nos prepara para la catarsis, pero se queda solo ahí.  Esa ha sido y será siempre la función última del arte objetivo. 

No hay nada nuevo bajo el sol.  Por mucho que algunos lo intenten, siempre repetiremos los mismos pasos.  Pero es comprensible intentarlo una y otra vez?  Creo que la respuesta objetiva seria que no importa, pero subjetivamente tiene toda la trascendencia personal que cada ser humano necesite darle, por tanto es comprensible seguir ese camino.  No importa tanto los adornos con los que se nos venda el producto, ni los títulos, ni los merecimientos, ni los pasos previos que anuncian y avalan el espectáculo actual: Betroffenheit;  finalmente el hecho que importa es que va dirigido a nosotros –los de a pie–, a los que se nos prepara para una catarsis posible, pero que es, en definitiva, solo una posibilidad. Muchos son los llamados, pocos los escogidos.  

Efectivamente la idea romántica de transformar la vida a través del arte existe, pero su viabilidad efectiva es otra cuestión. De ordinario nos dura lo que tarda en apagarse la vela que el Artista enciende ante nosotros.  Podríamos decir que la catarsis, entendida, ya por los griegos, como purificación de las pasiones por la contemplación de obras de arte, se queda en la fase incial de su cometido.  Si, nos purifica momentáneamente, nos prepara para revolvernos contra nuestras imperfecciones, pero no resuelve. No cataliza sino hay una conciencia preparada para recibir esa semilla, que al crecer tendría que cambiar nuestra forma de ver el mundo.  No lo hace porque el determinismo en el que habitamos bloquea nuestras conciencias a las pocas horas de abandonar la sala del espectáculo.   

Sin embargo y a pesar de todo, seguiremos insistiendo, seguiremos luchando contra la oscuridad, buscaremos otro dia, otra obra, otra posibilidad que nos acerque a la meta.  Es nuestro destino si queremos ser verdaderamente Humanos.  Necesitamos el alimento que nos proporcionan las obras de arte como la de Betroffenheit, esas que son particularmente objetivas, las que más nos acercan a la catarsis que un dia esperamos sea definitiva.  Entretanto seguiremos consumiendo Arte y así alimentaremos a los Artistas que buscan su propia catarsis al precio de ofrecernos la conmoción, la consternación que nos anuncia y recuerda que, aunque la vida siga un ciclo de repeticiones inexorable, existe una Tangente por la que escapar a la circularidad del Tiempo. 



Mayo 2017