El sentimiento es una emoción cultivada. El amor es un sentimiento complejo por el que se anudan estrechamente dos personas que presentan una hacia la otra: pasión, cariño y compromiso. Esta es una de las más básicas definiciones. El clásico triangulo de Sternberg (El Triangulo del Amor. Paidos. BCN 1989) nos explica que según las proporciones de sus componentes este triangulo dará lugar a un tipo u otro de amor.
1-Un amor apasionado cuando existe solo pasión. La pasión la podemos definir como una emoción psicofísica que involucra cuerpo y mente a la vez y cuya traducción principal es el sexo. Pasión no es solo sexo, pero deseo y sexualidad son los componentes esenciales de la pasión. Entremezclados con la atracción sexual la pasión esconde otras emociones que se pueden a su vez cultivar, tales como la admiración profunda, la necesidad de dar protección, la sumisión o el deseo de ser protegido, el desapego o el altruismo en las acciones, la sensación de ser querido o la gratitud. A menudo no diferenciamos sutilmente tantos componentes o algunos de los que nos habitan y simplemente expresamos nuestra forma personal de pasión basada en la suma de algunas o muchas de estas emociones. El caso es que todo ello se funde con la práctica sexual y la pasión, construyéndose una compleja combinación sentimental de experiencia explosiva. Esta es quizás la característica que hace destacable a la pasión. La capacidad de ser explosiva, enorme, desmesurada siempre que se la deja superar a la razón o a la conveniencia… Por eso la pasión es a menudo considerada el sentimiento mas genuino o propio del amor, pues genera espontáneamente, y sin que nadie se lo imponga la necesidad mas o menos imperiosa del alter y una evidencia racional de que esa emoción es de los mas fuerte que se puede experimentar. Algo que nos obliga, o determina, a trasladar desde la mente a las manos, a los labios, al cuerpo en definitiva, el deseo de proximidad, el abrazo, el beso, la caricia y finalmente la fusión sexual con el alter. El amor apasionado si no evoluciona es fugaz.
2-Un amor es un amor romántico cuando añadimos cariño a la pasión. El cariño es un sentimiento que aparece mas tarde que la pasión. Es definido como la emoción de la intimidad compartida. Es el deseo de acercamiento al otro, de comunicación e interés por el otro. Dos personas unidas por el cariño procuran y encuentran la felicidad, el gozo, una en la otra, por eso se necesitan y se buscan. El cariño proporciona apoyo emocional mutuo y propicia la entrega de uno mismo hacia el otro. Facilita el darse y el recibir con generosidad. Entre bastidores el cariño se apoya en el desarrollo de virtudes humanas tan básicas como la capacidad para compartir experiencias y en la capacidad de comunicar deseos, temores o dudas, la confidencia y la sinceridad son instrumentos propios del cariño amoroso. Si no hay sinceridad y reciprocidad en el compartir la información o la confidencia no puede haber cariño sincero. El cariño se construye de palabras habladas o escritas y se apoya en el contacto físico: en las actitudes de proximidad (abrazos o caricias no sexuales), en los besos en la mejilla o besos “no sexuales”, en general los llamados arrumacos, y, principalmente a través de los ojos. A veces al manifestarse cariño entre los amantes se desencadena aquel deseo sexual, el de la pasión escondida pero preparada, aunque no necesariamente tiene que ser siempre así. Al cariño como componente amoroso también se le identifica con el componente de amistad que debería de existir en el amor. Si bien la amistad entre amantes no puede tener las mismas características que entre quienes no lo son, la verdad es que a efectos del amor el componente amistoso se puede identificar con este deseo emocional de intimidad compartida que definiría el sentimiento de cariño.
3- Llegamos al amor maduro, completo, cuando al amor romántico añadimos el componente del compromiso. Aquí el amor es una construcción racional. A la emoción básica y necesaria que nos ha enamorado en su dia, y al cariño que se ha generado en el trato, en el mutuo interés, en el compañerismo nacido de la relación que persiste en el tiempo, a la amistad, quizás previa, que acaba uniendo a esos dos seres le añadimos el compromiso mutuo. El compromiso es el tercer componente del triangulo y puede ser mas o menos importante según los individuos, es el que se traduce por “hasta que la muerte nos separe” o el “hasta que esto dure”, es el que lleva a compartir sentimientos, vida y casa. Es sobre el que se sustenta la fidelidad, el deseo sensato de procrear como proyecto compartido con la pareja, el deseo de compartir los bienes materiales, el deseo de superar las crisis o encontronazos de la vida cotidiana, la base, en definitiva, para proporcionar seguridad al otro, tanto en el terreno fisico como en el psiquico. El compromiso dota a la pareja de estabilidad. El compromiso implica la decisión y la voluntad de amar a alguien y de mantener ese amor, por eso su materialización formal es la vida en pareja o el matrimonio. El compromiso es la aceptación de un vinculo, de un marco de relación suprapersonal por el cual nos vemos dispuestos a esforzarnos para que “todo vaya bien” o sea para construir más amor. También, y por tanto, para cultivar los sentimientos previos y así hacerlos crecer. El compromiso establece un marco para la unión pero no puede ser un peso ni una obligación, ha de implicar una actitud generosa e inteligente, una disposición activa sabiendo que no es la obligación sino la lealtad la que nos mueve a esforzarnos. Ese es el verdadero sentido del compromiso amoroso.