jueves, 15 de enero de 2015

La lengua de las mariposas (...no es tan larga como parece)



La lengua de las mariposas parece hecha para aprovechar la etapa final de Fernando Fernan Gomez, un actor tan emblemático como monocorde.   Si este senecto señor fuera capaz de variar un poco sus expresiones seria un gran actor.  Lastima que no sea así y nos suceda que cuando estamos viéndole como maestro no sabemos si es que El Abuelo que vino de América se decidió a pasar primero por Betanzos (o es Orense?)  a hacer de maestro de escuela librepensadora o es que hacia dos peliculas a la vez y nos quería engañar a todos.   La verdad es que con escaso presupuesto también se puede engañar al personal.  Y si no que se lo digan al director de esta película que para tener éxito ha usado los siguientes ingredientes.  Primero un actor que, gracias a cierta promoción de los medios (al 50% por su mierda mierda mierda... y otro 50% por que a la Tele una cosa así siempre le va bien), últimamente ha salido mucho en la pantalla pequeña y ya se sabe que siendo polémico tendrá publico. Se ha de aprovechar el tirón post-Abuelo por que al caballero no le quedan muchas pelis, ni pelos tampoco en la lengua... Unos iran a verlo para criticar y otros por que son los engañados de siempre y creerán que es como el Anthony Quinn español.  Segundo un tema como la guerra civil que no por manido es menos seguro que atraerá publico.  Las generaciones que vieron la guerra ya no van al cine.  Ahora van al cine los que solo saben de ella por referencias y se trata de darles referencias válidas... claro que validas para ciertos votantes.   Así no es de extrañar que los mismos capitales que apoyan a diarios como El País también financien a directores y películas como la Lengua de las Mariposas que parece hecha a la medida de los votantes de izquierdas con poco cerebro.  O por lo menos son estos los que al acabar la película se han de sentir muy satisfechos de ver lo malos que eran los de derechas y la razón que llevaban los pobres republicanos que entonces palmaron.  Pero el mensaje de la peli es que a pesar de que algunos acabaron, por conveniencia,  agachando la cabeza, como el sastre, la semilla de la libertad estaba plantada.  Claro que los votantes de izquierdas entran en amnesia cuando se les dice que todo esto fue para que 50 años más tarde señores  como Felipe Gonzalez se pasarán más de diez años en el Gobierno demostrando su incapacidad para gobernar con eficacia. Si Rosalia de Castro levantara la cabeza de la tumba no volvería al reposo eterno sin dolor de cabeza y se haría cruces (aunque fuera atea) al comprobar para lo que han servido las semillas que se sembraron en su librepensadora institución. Para qué se preguntará alguno? para que algunos políticos vivieran tan bien del cuento como han vivido los que nos han gobernado desde la izquierda (que los de la derecha ya se les supone y no extraña). Esa izquierda que ahora financia una película con ingredientes para votante socialista gris marengo.  El tercer ingrediente es de orden menor y se refiere a la necesaria dosis de arte que toda cinta ha de exhibir para que algún entendido le diga al vecino: “te has fijado que fotografía....” “has visto que luminosidad tan acorde con el paisaje gallego cargado de melancólicos reflejos...” “has visto que planos rasantes sobre el agua cuando los chavales cruzan el puente sobre el afluentillo del Miño...” y paridas semejantes.   El cuarto ingrediente es de tipo romántico y el guionista ha metido con calzador una especie de tontería china que no pega ni con Loctite pero ahí está la chinita del Domund de la que se enamora el  saxofonista.  El quinto elemento es como siempre algo de sexo.  Pero como no pueden ser sexo de verdad, por que no tienen ni guión que lo justifique ni actores que sepan hacerlo y quedar bien,  pues le meten al perrillo por medio y dejan que se añada espontáneamente un punto de escabrosidad animal.

En fin una cinta con pretensiones artísticas (que quiere esconder las comerciales) y que seguramente no se comerá un rosco.  Pero es probable que más de uno se llene la boca con alabanzas a la cuidada fotografía o a la visionaria visión infantil que la peli nos quiere hacer creíble y que no cuela en la mayor parte de los momentos. Mala con alevosía… Y como me tuvieron que engañar para verla pues mi venganza ha sido comentarla…