viernes, 12 de septiembre de 2014

El Compromiso de Caspe




[El fin de la dinastía de los condes de Barcelona, en la corona de Aragón]

Después de 500 años de sucesivos relevos al frente del Principado de Catalunya y posteriormente de la Corona de Aragon, la dinastía medieval de los Condes de Barcelona toca a su fin, al morir el ultimo de sus reyes sin descendencia legitima viva.  

El 31 de mayo de 1410 moría Marti el Humano en Barcelona.  Antes habían muerto ya sus cuatro hijos legítimos:  Marti el Joven, Jaume, Joan i Margarida. 

Solo quedaba vivo un nieto bastardo de Marti el Humano,  Frederic de Luna, también conocido como Frederic de Aragon y Sicilia, duque de Arjona, conde de Luna i señor de Sogorb.  Nació en Sicilia en 1402?, hijo de Marti el Joven y una amante italiana: Tarsia Rizzari de Catania.   

Pero veamos como fueron las cosas.

El heredero natural de Marti el Humano, era su hijo mayor Marti el Jove quién se casó con Maria de Sicilia, con la que tuvo un hijo que murió a los 6 años, la madre sobrevivió al hijo tan solo dos años.  Marti el Jove o Marti I de Sicilia al año siguiente se volvió a casar con Blanca I de Navarra con la que tuvo un nuevo hijo en 1403: el infante Marti de Aragon, que también moriría a los 4 años...  Así pues el único descendiente vivo que le quedaba era su bastardo, nacido probablemente entre la muerte de la primera esposa y su siguiente boda...  Tanto el padre como el abuelo tramaron la legitimación del bastardo para poderle presentar como legitimo heredero tanto al reino de Sicilia como a la corona de Aragon (Catalunya, Valencia y Mallorca).   El padre le concedió los títulos nobiliarios de conde de Luna y señor de Sogorb, el paso siguiente era habilitarlo públicamente para ocupar el trono de Sicilia, cosa que consiguió.  Pero tres meses más tarde de esta declaración murió, aparentemente de enfermedad, Marti I de Sicilia, en la ciudad de Caller,  en Cerdenya, en cuya catedral se conserva su ornamentado mausoleo.  Se cree que pudo morir envenenado al tratar de curarle las fiebre de la malaria.  Hacia escasamente un mes que Marti I de Sicilia había reconquistado también Cerdeña para la corona de Aragon al vencer en junio de 1409 a los sardos apoyados por los genoveses, en la batalla de Sanluri. 

El abuelo del único heredero vivo, aunque todavía no legitimado en la Corona de Aragón, se puso a tramitar su legitimación y se apoyó en el papa cismático Benet XIII, pero no tuvo tiempo de hacerlo pues murió un día antes de reunirse con el Papa en Barcelona.  Esto es lo que hasta el 2009 se creía.  Desde hace 7 años nuevos documentos del Archivo de la Corona de Aragon cuestionan este extremo, más adelante me extenderé para explicarlo. 

Así pues el 31 de mayo 1410, muere el ultimo Rey de Aragon de la dinastía de los Condes de Barcelona sin completar el proceso de legitimar a su nieto bastardo.  Se dice que pudo morir envenenado de la mano de la madre y de la esposa de Jaume d’Urgell, uno de los candidatos a sucederle.    Comenzaba un periodo de algo mas de 2 años que se conoce como El Interregno de la Corona de Aragón (1410-1412)

A la muerte del monarca, sin testamento sucesorio a favor de un pretendiente concreto, y sin herederos legales vivos, se abrió un debate para la sucesión que duró dos años.  El peso fundamental de las negociaciones lo llevaron los dominicos valencianos, a la cabeza de la cual se nombró a Vicente Ferrer uno de los grandes predicadores de la cristiandad por aquel entonces.    Pero hagamos un repaso al momento histórico en que nos encontramos.   

En 1394, 14 años antes, fue nombrado Papa en Avignon un cardenal valenciano, Pedro de Luna, que llevó el nombre de Benedicto XIII.  Pero en ese momento había dos Pontificados, el de Roma y el de Avignon, cada uno de ellos apoyado por diferentes poderes temporales, diferentes reyes y encontrados intereses económicos y financieros.  

Castilla, la Corona de Aragón, Escocia y Francia apoyaban al Papado de Avignon.   El Sacro Imperio, los Países Bajos, Genova, Venecia, Florencia y el resto de monarquías europeas al Papado de Roma.   

El Papa Luna jugó su partida apoyando a Marti I el Humano en su pretensión de legitimar a su nieto bastardo, de esta forma la Corona de Aragón contaba como un aliado más (junto a Francia, Castilla, Navarra, Nápoles, Escocia y El Imperio Alemán) contra el poder del Papado Romano.  Pero secretamente  se avino a bloquear dicha pretensión tras la muerte del abuelo.  Detrás de este acuerdo secreto estaba la casa de Trastamara, que en alianza con la corona de Castilla, veía la posibilidad de suceder a Marti I el Humano si se eliminaba de la contienda al familiar más directo.   Así sucedió, y tras la muerte del rey de Aragon, el Papa Luna no apoyó el proceso de legitimar al nieto.  Esto habría la elección a aquellos que tuvieran vínculos familiares más lejanos.  Los pretendientes eran cuatro.  

Vicente Ferrer con el apoyo del Papa Luna y con las adecuadas presiones de la casa de Trastamara, consiguió que todas las partes aceptaran las bases de una elección.  Se elegirían tres electores por cada Reino de la Corona de Aragon: El Principado de Cataluña, el Reino de Valencia y el Reino de Aragon.   El que tuviera 6 electores a favor, teniendo al menos uno favorable en cada Reino, seria elegido.  Ese fue  el compromiso de Caspe que los cuatro pretendientes aceptaron.  

El 28 de junio de 1412 los nueve compromisarios después de deliberar votaron a favor de Fernando de Trastamara, el candidato de Castilla.  La lectura critica de la historia hace suponer a algunos historiadores que la presión económica que sufría la corona de Aragon, la inestabilidad de sus posesiones mediterráneas y la crisis del comercio fueron factores decisivos para que las clases políticas de la nobleza catalana decidieran votar al candidato de Castilla después de serles prometido el correspondiente apoyo en lo económico y comercial.