No cabe duda de que Kubrick es uno de los mejores cineastas del siglo XX. Sus películas siempre me han interesado pues tienen con frecuencia contenidos en escala. Quiere esto decir que tras las formas y contenidos fílmicos esconde planos de comprensión que se abren en la medida en la que somos capaces de saber qué andamos buscando. Es un cineasta esotérico y, aunque no lo puedo saber con certeza, es probable que su trabajo sea el producto de una escuela de conocimiento.
'Barry Lyndon' (76) marca un final de periodo en la cinematografia de Kubrick. Después de 'Dr.Strangelove' (63), '2001…' (68) y 'La Naranja Mecanica' (71), intenta encontrar productor para su Napoleón. Pero desiste, de momento, pues el presupuesto y la obra son desmesurados. Probablemente hubiera sido la película del siglo si se llega a hacer... Cuando defraudado o conformado, renuncia a su Napoleón, transforma sus deseos de usar el siglo XVIII y aprovecha la novela de un pintor y escritor poco conocido: William Thackeray. De hecho Kubrick modifica sustancialmente la narrativa de 'Barry Lyndon' y el curso de los acontecimientos para adaptarlos a sus fines.
Barry Lyndon fue rodada durante 8 meses en escenarios naturales en el este de Irlanda que este verano he visitado. Fue en este viaje cuando leí el libro de Thackeray y dos meses más tarde vi por segunda vez la película con la intención de hacer un pequeño trabajo sobre ella.
Asistimos nuevamente a otro análisis del comportamiento humano. Kubríck trata de analizar las conductas humanas, sitúe sus films en el año 2001, en el 1986 o en el siglo XVIII. Resulta curiosa la predilección de Kubrick por esta época, que ya había quedado patente en '2001…' cuando Bowman aparece en una habitación amueblada estilo Luis XVI, al final de su viaje a través de mundos desconocidos. No parece muy aventurado opinar que Kubrick considera el siglo XVIII como aquél en que se delimitaron las características del mundo moderno, y punto de partida obligado si queremos remontarnos a los orígenes de un determinado comportamiento. Kubrick nos quiere decir que los cambios en el comportamiento de los seres humanos apenas han variado a través de los siglos. Lo único que ha variado ha sido el entorno en que se mueve, los útiles de los que se sirve, pero no los problemas que se plantea, ni la conducta que sigue frente a ellos. El siglo XVIII presentaba la doble ventaja de: 1) no tendría que descender a detalles explicativos que hubieran sido imprescindibles si situase el film en la época actual, 2) la disociación entre progreso técnico y comportamiento humano no era tan grande en el siglo XVIII como actualmente. Kubrick elige el relato en tercera persona, lo que, de entrada, supone un distanciamiento, una casi imposibilidad de que el espectador tome partido emocionalmente ante los hechos que se relatan y que constituye una elección coherente con el tono de otras películas como en Dr. Strangelove en el que la narración es comparable a la visión que un extraterrestre podría tener sobre la humanidad actual. Además, la utilización del narrador permite a Kubrick intervenir directamente en el film, adelantando acontecimientos como la muerte del hijo de Barry, y destruyendo el posible impacto emocional que podría tener en el espectador, o haciendo reflexiones sobre lo sucedido como en el episodio de Barry con la campesina alemana.
Kubrick modifica las relaciones entre Bullingdon y Lyndon. La novela, concebida como las memorias de Barry Lyndon, deja un vacío entre la salida de Inglaterra de Barry y su muerte en la prisión de Fleet, vacío que el autor trata de cubrir -en una especie de epilogo- suministrando algunos datos sobre lo acaecido en este espacio de tiempo. Allí se alude a la aparición -veinte años más tarde- de Bullingdon, y a un encuentro con su padre adoptivo, al que propina una paliza, para vengarse de los latigazos recibidos. Kubrick en cambio, se inventa un duelo al cabo de muy pocos años- en el que Bullingdon hiere a Barry-, haciendo que sea Bullingdon y no Lady Lyndon y sus familiares quienes expulsen a Barry de la mansión de los Lyndon. En el film de Kubrick existe un enfrentamiento directo de Bullingdon con el usurpador del puesto de su padre, y la herida que infiere a Barry que llevará a la amputación de la pierna con una evidente simbología castradora responde más bien a resonancias edipicas, que a voluntad vengadora.
Abundando en esta tesis, el film podría pensarse articulado en torno a las relaciones padre hijo, correspondiendo la primera parte a la ascensión y fortuna de un Barry a la búsqueda de un padre sustitutivo (que vemos morir en la primera secuencia), y la segunda a la caída y desgracia de Barry: a la usurpación que Barry lleva a cabo del puesto del padre de Bullingdon.
Sin que llegue a saberse muy bien las razones, el film de Kubrick se ha comparado con la obra de Visconti. Si bien es cierto que Barry Lyndon puede competir con ventaja con "la belleza formal", de los films de Visconti, nada más alejado de un "Luis II de Baviera" que "Barry Lyndon". A la pasión decorativista y la complacencia decadente de Visconti, Kubrick propone una mirada distante, en absoluto cómplice, y terriblemente crítica. El cuidado por el detalle puede ser similar en ambos, pero mientras para el italiano es un fin en sí mismo, para el americano es una exigencia perfeccionista para que sus conclusiones puedan ser consideradas válidas o creíbles. El ambiente bélico de la Guerra de los 7 Años (Francia, Prusia e Inglaterra) y la recreación de una época histórica de Inglaterra están tratados con gran maestría. La música propia de la película entremezclada con retazos ocasionales de Schubert y Haendel, así como el clima social e intimista logran una ambientación perfecta.
Finalmente, creo que resulta imprescindible destacar la importancia del rótulo final -licencia de Kubrick que no existe en la novela para una comprensión más adecuada de las verdaderas escalas de intención que propone el film. Este rótulo reza textualmente: "Fue durante el reinado de Jorge III cuando vivieron y se querellaron estos personajes, Buenos o malos, guapos o feos, ricos o pobres, …hoy todos son iguales".
Nov 2003