viernes, 15 de marzo de 2013

El fenómeno de la Comprensión (II)


-II-

Si nos proponemos una observación sobre nosotros mismos para tratar de ver como opera la comprensión psicológica, y a esa observación le añadimos una reflexión deductiva, que tiene en cuenta (vistas nuestras experiencias previas) que somos incapaces de ser autoconscientes de forma permanente…  podemos llegar a la conclusión de que hay un nivel más alto de comprensión psicológica al que ordinariamente no accedemos. Suponemos que accederíamos a él solo si fuera permanente la autoconsciencia.  

Vamos a trabajar de momento con esta suposición, dándole el carácter de hipótesis. 

Si esto fuera así, podríamos decir que ese nivel superior de comprensión psicológica seria la verdadera comprensión psicológica y que, la que habitualmente tenemos en nuestro estado de “autoconsciencia no permanente¨, podríamos diferenciarla llamándola pseudo comprensión psicológica. 


Aceptemos el hecho habitual de que vivimos identificando la conciencia del self (yo mismo) con la personalidad. Para dar una explicación más simple diríamos que nos llamamos y reconocemos  a nosotros mismos como la manifestación de nuestra personalidad.   Quizás debería extenderme más sobre lo que significa el self o yo mismo, el ser en si, la esencia del ser y la personalidad, pero seria muy largo así que obviaré más explicaciones asumiendo que el lector ya sabe bastante sobre ello y lo que no le cuadre lo acabará de incorporar fruto del contexto en el que lo lee.  

Cuando proyectamos la luz de nuestra comprensión psicológica sobre un significado, y esta luz se proyecta desde la personalidad, los efectos positivos de esa comprensión son limitados y no repercuten directamente sobre el ser verdadero   Habremos aumentado el  grado de conocimiento de la personalidad, pero no el de la esencia.  Esta sigue sin crecer en conocimiento, con las consecuencias que ello tiene y que más adelante desgranaremos. 

Podemos deducir que es la unión de conocimientos y ser -ser no identificado- la que daría lugar a la verdadera comprensión psicológica.    

Fijaros que este hecho coincide con algo tan conocido como la parábola del vino nuevo en odres viejos….pues si echas conocimientos nuevos en la vieja personalidad, no conseguirás que el ser aumente un ápice su estatura.   


Dicho de otra manera, cuando “comprendemos” desde el ser, cuando “consideramos” los “significados” estando situados (nuestro self) en nuestra verdadera autoconsciencia es entonces, y solo entonces, cuando comprendemos como nos afectan de verdad los contenidos que valoramos, contemplamos o estudiamos.   

Todo lo que no sea este último tipo elevado de comprensión psicológica, del cual solo tenemos atisbos,  es simplemente un enriquecimiento de la parte elevada, digna y noble de la personalidad, pero no hace crecer el ser.   

Es como si un velo mantuviera separado de nuestro ser, lo adquirido. y esto no nos afectara más que como adorno de nuestro comportamiento habitual.  

Operando así, no se cambia nada, porque lo incorporado o aprendido, no se convierte en un nuevo comportamiento real nacido de la comprensión total que permite el proceso de comprensión, cuando el conocimiento es conducido (cuando la luz que se proyecta) por el self (yo mismo) no identificado con la personalidad.  

El velo que impide que incorporemos al ser global “lo adquirido” (aquello que ponderamos y creímos comprender), es justamente la inconsciencia de ese ser en el que transitamos, pues nuestra sensación de “yo soy” es atrapada y manejada por la personalidad.  

Si habitualmente no conseguimos descubrir que esto pasa, es gracias al poderoso mecanismo mental (automatismo mental) que la mente posee (adquirido a lo largo de la evolución de la especie para mejorar su supervivencia) para identificarse con partes de sí misma y tomarse a sí misma, desde la parte, como el todo.    

Hay cosas previas antes de soñar con tener una comprensión psicológica real.  Es evidente que si no incrementamos nuestro nivel de recuerdo de sí (un incremento que lo mediremos por la creciente capacidad para permanecer más tiempo fuera del marco mecánico de la vida) no podemos afrontar casi ningún trabajo productivo sobre el desarrollo armónico del ser.  Claro que podemos entretenernos leyendo a los grandes maestros, o dejar volar la imaginación sobre las escuelas esotericas, o creer que por que practicamos  el canto de los yogasutras de Patanjali, nuestra situación mejorará.  Pero nos estaremos engañando.