martes, 26 de junio de 2012

La otra cara del Eneagrama (ENG)

Hace casi dos años abordé este tema... ver entrada de agosto 2010

Casi lo primero que se explica cuando se aborda la lectura o la charla sobre el ENG es la relación con la sabiduría ancestral y concretamente con su introductor en Occidente, con Gurdjieff.  Así se da, conscientemente o no, cumplimiento a uno de los tres refuerzos del efecto Forer:  darle autoridad a la fuente de dónde procede una determinada información que no podremos contrastar.   

Vayamos por partes y empecemos por el principio.

En este trabajo me propongo relacionar el ENG y el efecto Forer (que más adelante explico).  Para ello primero quiero decir que lo que hace el ENG es proponer informaciones que al ser leídas nos conducirán indefectiblemente a un análisis comparativo que principalmente buscará en nuestro registro interior, mezcla de emoción, instinto e intelección, encontrar resonancias personales que nos permitan adherir con alguna de las descripciones o modelos propuestos.   En resumen buscaremos clasificarnos o ver que tan coincidente es nuestra persona con alguno de los eneatipos descritos.  Existen niveles más altos de lectura del ENG que tienen utilidad, posiblemente, en etapas más elevadas del desarrollo espiritual, pero no voy a referirme a ese nivel, sino al nivel ordinario del ser humano corriente.  

Pero que hace en sí el ENG?   La respuesta es: nos modifica positivamente.  

La simple lectura atenta del ENG resitúa nuestras creencias en uno mismo.  Nos interroga pero al mismo tiempo nos da un abanico de respuestas que nos obliga a seleccionar. Es imposible no hacerlo.  En esta selección, si estamos atentos, veremos nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Autoengaños aparte. Pero en cualquiera que sea el nivel de nuestro desarrollo, en no importa que grado de conciencia de sí mismo estemos situados, el ENG obrará cambios.  Porque gracias al Efecto Forer, que no es más que la manifestación de una forma de prejuicio cognitivo que todos tenemos, aceptaremos lo que nos describe y que más propende a explicar nuestras vivencias, sin importar si eso se ajusta verdaderamente a la realidad o no. El efecto Forer demuestra nuestra propensión a aceptar como originales y propias ciertas descripciones que en realidad son lo suficientemente ambiguas y generalistas como para predicarse de prácticamente cualquier persona.  Sin embargo, lejos de ser un inconveniente, el efecto Forer, facilita la adhesión aun en los más incrédulos, lo que transforma definitivamente la visión interna de nosotros mismos, e incrementa la certeza de que vivimos identificados con la personalidad que nos domina, sin importar demasiado su clasificación, y bajo la cual subyace nuestro yo autentico, el Ser esencial que ha de germinar.  

Bertram Forer, psicólogo americano, en 1948 hizo un experimento con sus alumnos universitarios.  Les pasó un test de personalidad, luego les pasó una ficha con sus resultados y les pidió que puntuasen la exactitud del análisis de su personalidad.  Siendo 0 muy pobre y 5 muy exacto.  La puntuación promedio de acierto que se obtuvo fue de 4,2 pero lo que ningún estudiante se esperaba es que con este resultado Forer también desveló que en realidad a todos los estudiantes se les había dado el mismo resultado.  El análisis no importaba, el texto final que se les entregó era una recopilación de frases hechas que mostraba rasgos variados sobre los que podía adherir cualquier persona, lo cual demostraba la facilidad con la que tendemos a aceptar como propias descripciones que en realidad son lo suficiente amplias, generalistas o ambiguas para decirse o predicarse de cualquier persona.   Después de esto se ha repetido centenares de veces el experimento y se ha confirmado que hay tres factores que incrementan el resultado del efecto Forer.  Estos tres factores son:  primero la confianza que el lector tiene en la autoridad o fuente de la información, segundo la supuesta personalización de la descripción sobre el sujeto y en tercer lugar la selección de un mayor numero de aspectos positivos por encima de negativos en la descripción de la personalidad del sujeto en cuestión.