viernes, 10 de diciembre de 2010

Las emociones negativas (III)

Las emociones negativas no se pueden parar una vez están desencadenadas y caes presa del estado de ánimo, conducida por él… hemos de ‘saber vitalmente’ que solo se pueden evitar si no llegan a desencadenarse.  Y como?  pues creando las condiciones adecuadas de autoconsciencia, o sea manteniéndose atento.  Entonces no permites que siquiera empiecen a trabajar y dejas de alimentarlas.   

Hay que aprender a pensar bien.  Tener claro lo que es una linea de pensamiento y de reflexión no entorpecido por la imaginación ni por la identificación….

A menudo creemos que la imaginación es algo útil.  En realidad solo es útil la imaginación controlada por la auto-consciencia, la otra, la imaginación normal, trabaja por su cuenta y es ella la que nos arrastra y conduce.  Nosotros no estamos, a estas alturas, capacitados para controlarla… así que hemos de ver en la imaginación no controlada un enemigo del que huir.   

Hablemos ahora de la identificación.  Este es un mecanismo psicológico muy poderoso que nos hace creer que somos algo que no somos, o nos hace meternos tanto en la situación que creemos que somos la situación.  De hecho nos identificamos con procesos o con partes de nosotros mismos que no son lo que nos reconocemos como yo.   Pero para hablar de ello primero veamos como estamos hechos por dentro. 

Aunque creemos que tenemos un pensamiento y una estructura mental unida, un conjunto de rasgos, preferencias, opiniones, criterios, valores morales, etc que nos determinan como persona única y ante el cual respondemos como yo, eso no es cierto.  Somos un conglomerado de diferentes deseos, opiniones, valores, tendencias, preferencias que a veces son contrapuestos y conviven en nosotros, en el núcleo del yo, dándonos la impresión de unicidad, pero solo la impresión.  Uno de los objetivos de la evolución del ser humano es llegar a ser una unidad de verdad.  O sea la de tener un yo verdadero.  Eso esta muy lejos.  Ahora no podemos ni soñar en conseguirlo. Antes hemos de trabajar mucho.  

Así pues la realidad es que estamos en poder de muchos yo, los famosos yoes.  Y nos pasamos la vida saltando de un yo a otro, lo que da como resultado que a veces nuestra coherencia no sea la que debiera.  Por ese motivo no podemos mantener decisiones que toma un yo, un aspecto parcial de nuestra personalidad, pues cuando toma las riendas del piloto automático otro conjunto de yoes, o otro aspecto parcial de nuestra personalidad, lo que el otro decidió este nuevo dueño de nosotros mismos no respeta o no cumple por que no es su guerra.  Esa es la explicación de la falta del cumplimiento de propósitos, o la explicación del olvido de objetivos… o el cambio de actitudes ante cosas que antes veíamos de una manera y ahora vemos de otra.   Afortunadamente para nosotros no vemos esto ordinariamente y así tenemos una falsa impresión de continuidad en el yo.  De otra manera nos volveríamos locos.  De hecho es una defensa del piloto automático la imposibilidad de ver de verdad, y comprender, nuestra falta de unicidad.  Unicidad que por otro lado es absolutamente prescindible para vivir ordinariamente.  Cosa que corrobora el que la mayoría absoluta de los humanos vivan y mueran en estado de multiplicidad yoica. 

Una de las ilusiones más fuertes es pensar que las emociones negativas son producidas por las circunstancias, y así hablamos de ‘estar cabreado‘ o ‘tener pena’ por una razón perfectamente justa.  Pero no es así.  Todas las emociones negativas  están en nosotros, dentro de nosotros.  Para empezar debemos convencernos de que no hay nunca razones justificadas para sentirse airado, entristecido, etc.  Pensamos a menudo que nuestras emociones negativas se producen por causa de los demás, por fallos o errores de las circunstancias.  Esto es ilusorio.  Mi ira no esta en la razón, esta en mi.  No hay ninguna razón inevitable por la que cierta acción de otra persona, o cierta circunstancia, tenga que producir una emoción negativa en mi. Solo mi debilidad.

Si nos ponemos a buscar excusas alguien podría decir ¿pero que pasa con el dolor producido por la muerte de un amigo o familiar, así como otros tipos de sufrimiento?  Pues que el sufrimiento, en sí mismo, no es una emoción negativa.  Solo producirá emociones negativas si uno se identifica con él.  El sufrimiento puede ser real, las emociones negativas no.  Después de todo el sufrimiento ocupa o puede ocupar una pequeña parte de nuestra vida, mientras que las emociones negativas ocupan una gran parte, por no decir la totalidad de nuestras vidas.  ¿Por que? pues por que sin darnos cuenta las justificamos.  Le damos la culpa a los otros o a las circunstancias.   Por supuesto que aquellos de nuestro alrededor que están llenos de emociones negativas e identificaciones van a producir, por reacción, similares condiciones o reacciones en los demás, pero es posible aprender a  aislarse de su influencia mediante el auto-recuerdo y la no identificación, dos mecanismos que habré de explicar más para que se entienda como operan.

Todos sabemos que en nosotros hay unas partes más nobles que otras, sentimientos profundos que están anclados en la bondad y el desprendimiento, por ejemplo, o ideales que hemos hecho nuestros y que no siempre están presentes en nuestra conducta habitual pero que sabemos que forman parte de nosotros.   Es importante saber qué queremos y qué no queremos de nosotros mismos, tener un claro marco de lo que son nuestros ideales de amor y de convivencia.  También es importante saber que tenemos un marco ético personal, que hemos acumulado sin darnos cuenta y del que, a pesar de que no lo vemos en el momento, en algunas ocasiones nos salimos y no somos fieles a él.    Cuando nos salimos de dicho marco ético siempre tenemos una venda en los ojos que amortigua la culpa que pudiéramos sentir,  así es como nos engañamos y justificamos pequeñas o grandes acciones que de otra manera se nos podrían echar en cara y avergonzarnos.  Pero el mecanismo de identificación y la amortiguación del autoengaño nos dejan seguir haciéndolo sin sentir culpabilidad.  Con la mentira pasa lo mismo.  Nos la toleramos porque nos la justificamos casi sin darnos cuenta, por que no estamos en la auto-consciencia. 

Si pudiéramos habitar siempre en nuestras partes más nobles, las que tienen los ideales y las que contemplan nuestro propio marco ético, no seria posible vernos arrollados por el impacto de las emociones negativas.  Por tanto es necesario hacer algo para ser autoconscientes el máximo tiempo posible y no caer en el sistema del piloto automático en el que es posible identificarse con la situación, caer en el autoengaño o la continua justificación que hace culpables a los otros o a las circunstancias. 

 
Si nuestra conducta fuera siempre definida o tomada en estado de auto-consciencia o conciencia de sí mismo, no podríamos engañarnos, ni identificarnos, pues nos daríamos cuenta enseguida y no tomaríamos la decisión equivocada o caeríamos víctimas de un mecanismo automático que nos aleja de nuestras partes buenas.  Por eso el único camino o esfuerzo que hemos de hacer es adquirir la capacidad de permanecer a voluntad y el máximo tiempo posible en estado de auto-consciencia o consciencia de si.  

Mientras no seamos más evolucionados es imposible permanecer mucho tiempo en estado de auto-consciencia.  Es más, al igual que la consciencia de vigilia debe de recuperarse tras un sueño reparador —en el que dejamos descansar a la consciencia ordinaria o de vigilia—, también la auto-consciencia debe de reposar y dejar que la consciencia ordinaria tome el mando de nuestro funcionamiento.  En las tareas normales de la vida —a las que estamos acostumbrados— no hay ningún problema en que el piloto automático sea quien decida.  De hecho es muy útil que pueda ser así, y no necesitamos gastar energía psíquica en mantener una atención dirigida hacia el self, el sí mismo. 

lunes, 29 de noviembre de 2010

Las emociones negativas (II)

Antes de centrarnos en su estudio y de como trabajar para su eliminación, hagamos un repaso a lo que yo creo que es el ser humano. 

El hombre no es un ser completo. La naturaleza lo desarrolla hasta un cierto punto, y luego lo deja... para que siga creciendo por sus propios esfuerzos y medios, o bien para que viva y muera tal como ha nacido.  El hombre se atribuye muchos poderes, propiedades y facultades que de hecho no tiene —aunque a veces se lo crea—, y que no poseerá a menos que pueda desarrollarse para convertirse en un ser completo.  Este debería ser el verdadero ideal de nuestro existir.  O ese es al menos el paradigma que yo me he formado y quiero transmitiros.

La cualidad más importante que el ser humano se atribuye, pero que no posee, es la consciencia.  Por consciencia se ha de entender una cualidad de la percepción, o apercibimiento interno, que debería de estar presente de forma continua en la existencia. Ya se que me podéis  decir:  no te pases... que somos conscientes !!!. Si, ya sé que tenemos una consciencia mecánica ordinaria que nos sirve para vivir, pero no es realmente la consciencia de sí mismo, de quien soy, de lo que siento o pienso, o de donde me encuentro en un momento dado.  Más adelante me explicare mejor sobre esta diferencia.

Hemos de recordar que el hombre no es igualmente consciente todo el tiempo. A veces estamos más lucidos y a veces estamos como más ausentes de nosotros mismos, o más ensimismados en nuestro papel del momento, tanto que no nos percibimos como  diferentes. La vida ordinaria es como si actor y personaje se confundieran y el personaje tomara el control de la vida del actor.

De hecho podemos acordar —para entendernos a partir de ahora— que hay  tres estados diferentes de consciencia:  el sueño, el estado de vigila o consciencia relativa —consciencia mecánica—, la auto-consciencia que es la consciencia de sí mismo. Para algunos todavia habría un estado de conciencia superior que sería la conciencia objetiva, pero no deja de ser una especulación puesto que no tenemos acceso a ella.  Baste decir, por el momento, que el hombre normal vive en solo dos estados:  una parte de su vida se la pasa dormido y la otra en lo que llamamos estado de vigilia regido por la consciencia mecánica o relativa.   A esta ultima me gusta llamarla ‘la consciencia del personaje del momento’.

El tercer estado de consciencia es el que deberíamos de poseer o saber despertar para vivir una vida de plenitud, y el que nos será necesario adquirir si deseamos trabajar nuestro mundo interno y evitar las emociones negativas.   Es difícil acceder a él,  pero no imposible. Lo primero es quererlo o desearlo de verdad, por que el precio es el esfuerzo.  Y el esfuerzo solo lo haremos si tenemos un fuerte deseo de mejorar. 

A partir de ahora cuando hablo de consciencia me referiré siempre a este tercer estado de consciencia o autoconsciencia. La consciencia del actor.   A que nos referimos?  pues a un estado de mayor amplitud que nuestro estado ordinario de vigilia.  Sobre este estado no tenemos ahora mismo control, pero si sobre el modo en que pensamos sobre él y es así como podremos construir nuestro pensamiento de modo que la consciencia se produzca.   Dicho de otra manera: dando a nuestros pensamientos una dirección que tendrían en un momento de consciencia, podemos inducirla.  Llamamos a esta practica auto recuerdo.  Es mantener nuestro recuerdo, de lo que somos y lo que pensamos, lo que queremos y lo que no queremos, en el presente continuo mientras vivimos.   Habitualmente no hacemos esto, entramos en sistema automático de vuelo y así seguimos hasta que nos acostamos.  Puede ser que a veces tengamos la sensación del autorecuerdo pero si no hemos hecho un acto voluntario es simplemente casual.   Hemos de aprender con la practica a mantenerlo y provocarlo. 

Pondré algún ejemplo que clarifique la cuestión.  Me pongo delante de un espejo y me digo:  este que veo soy yo, pero no todo lo que soy yo quiero que sea verdaderamente yo.  Así que quiero cambiar mi forma de ser.  Muy bien, pero ¿es posible cambiarlo solo tomando la decisión?  No.  Empezare por tomar consciencia de este deseo y para ello tratare de mantener mi atención dirigida hacia mi mismo… pero ahora, cuando me separe del espejo seguiré pensando y sintiendome yo y no me olvidare de quien soy…  ahora estas instalada en la auto-consciencia, te ves a ti misma, te percibes como algo que quiere mejorar, sabes que no todo tu interior te satisface, sabes que tienes un propósito y una meta, sabes que para empezar se te propone mantener tu atención dirigida hacia tu identidad…. pero cuando te separes del espejo y empieces a caminar, a bajar escaleras, a abrir la puerta y a recoger una bolsa, tu interior empezara a funcionar sin tu permiso, te aparecerán pensamientos, imaginaciones, parloteo interior, te dirás cosas a ti misma, etc. y unos minutos más tarde habrás olvidado la atención necesaria para seguir recordándote.   Habías iniciado el trabajo de auto-observación pero ves que pasado un tiempo no eres capaz de seguir observándote por que caes inmersa en la vida, y sigues haciendo cosas de forma automática o pensando por asociaciones o dejando volar la imaginación…  si no haces ningún otro esfuerzo de pensamiento acabaras el resto del día en el estado de consciencia de vigilia ordinaria y te iras a dormir. 

Que ha pasado?  Pues que no tienes capacidad para mantener tu auto-consciencia.  Es normal, nadie la tiene si no la entrena.  Es como muchas cosas, si entrenas aumentas el tiempo de permanencia en ti misma. En control.  Como ves es una cuestión de mantener una doble atención, una parte dirigida de ti a ti misma, la otra en lo que estas haciendo.  A base de ir probando alargaras el tiempo de permanencia en ti misma, en tu autoconsciencia, pero si no te propones hacerlo de una manera periódica se te olvidará el propósito y seguirás la vida normal en el semi-sueño de la conciencia de vigilia ordinaria. En una forma de transitar por la vida que llamaremos mecánica.  Por que no tienes, aunque a ti te lo parezca, control voluntario ni mental de lo que sucede.  Tomaras decisiones, harás cosas, emprenderás acciones, todo ello mandado de forma automática por un sinnúmero de mecanismos perfectamente entrenados y totalmente ajenos a tu control.  Esa es la vida normal.  Responderás a ciertos estímulos siempre de la misma manera y creerás que eso es lo que querías hacer, pero en realidad es lo que siempre has hecho, es lo único que podías hacer.  A veces reflexionaras y creerás que tomas una decisión libre por que puedes elegir entre dos opciones, si, pero la que finalmente tomes no es más que el producto de otras cosas que intervienen y determinan el resultado final.  En realidad estarás moviendote siempre por las causas adquiridas, o no, que determinan tu obrar.  La mayor parte de las cosas las hacemos correctamente y hemos aprendido a comportarnos de forma que nuestro comportamiento no nos traiga conflicto, pero a veces no sabremos evitar que determinadas situaciones nos desencadenen emociones negativas que serán siempre las mismas y no las podremos evitar… o si? 

Este trabajo es para mostraros que si es posible. Que no es complicado, aunque se necesita constancia y entrenamiento. 



sábado, 23 de octubre de 2010

Las emociones negativas (I)


Para Marta y Raquel.
Ya va siendo hora de que os hable de las emociones negativas con más profundidad.  Durante vuestra infancia y adolescencia hice muchas veces referencia a ellas como algo contra lo que no se podía luchar, contra lo que no se podía negociar ni establecer dialogo.  Contra ellas —os explicaba— lo único que podéis hacer es percibir que, una vez bajo su influencia, es imposible parar el dialogo en el que os involucran. Cuando te sientes atrapado en ellas solo se puede quitar la energía que nos chupan no haciéndoles caso, echándolas del corazón, con un gesto que os enseñé,  tratando así de cerrar cualquier negociación a la que os impulsarían si les dabais crédito.   Sacarles la atención que os demandaban era el único camino….

Pues bien ha llegado el momento de deciros que la cosa es más complicada de lo que os dije entonces. 

Empecemos por definirlas.   Son emociones negativas todas aquellas emociones de violencia o depresión como:  la autocompasión, el miedo, la desconfianza, los celos, la ira, la sospecha, el aburrimiento, el desprecio, la venganza, la pena, la melancolía, el odio…

Algunas son descargas de alto voltaje, explosivas como la ira, otras son de bajo consumo por que se introducen dentro de nuestro funcionamiento y nos van socavando como los celos, la autocompasión o la sospecha.   Las más explosivas requieren más atención para evitarlas, pero se desmoronan con más prontitud y su efecto inmediato se desvanece, sin embargo el impacto sobre los demás puede ser perdurable y la causa de nuestra infelicidad.  Las de bajo consumo —como yo les llamo— tienen efectos más profundos en nosotros mismos, aunque en ocasiones no son visibles desde el exterior hasta que el daño es irreparable.   Es en este tipo de situaciones cuando el quitar la atención es más importante y el único camino para no seguir enganchado en un autodialogo que es un circulo vicioso de justificaciones y razonamientos que se alimenta de nuestra atención y nos conduce a la depresión, a la melancolía, a la autocompasión, a la perdida de ilusiones, etc.

Las emociones negativas pueden teñir nuestras vidas de unos colores que a menudo, cuando estamos serenos o lucidos, no nos gustan.   De hecho solo podremos hacer algo si a lo largo de nuestra experiencia vital hemos visto repetidamente como se nos llevan por delante y nos arruinan algo o parte de lo que podría haber sido diferente.  Las emociones negativas son causa de infelicidad y de imperfección en nosotros, ese es el motivo de que debamos aprender a evitarlas, y —si podemos— erradicarlas de nuestro funcionamiento psicológico y de la personalidad, o del conjunto de rasgos por los que somos conocidos, valorados o apreciados por los que nos rodean. 

Esta claro que si alguien piensa de sí mismo que su interior ya esta bien como esta no hará ningún esfuerzo por mejorarse.  El problema viene cuando sabiendo que no está bien como está —no gustándonos como somos en algunos o muchos aspectos—, decidimos cambiar.   El problema es que no podemos cambiarnos a nosotros mismos solo por que lo deseemos con mucha intensidad…

sábado, 18 de septiembre de 2010

La dansa i la cultura de l'esforç

La dansa és una manifestació artística, és la segona de les belles arts,  però el que avui ens convoca a parlar-ne és la seva vessant com a disciplina.  I com tota disciplina requereix d’un esforç, un esforç que cal cultivar per que sigui útil al fi que perseguim…

Fem una mica de teoria… ens hem de posar d’acord en els termes que emprem per comunicar-nos… així hem de acceptar que ser disciplinat és un hàbit que s'ha de reforçar contracorrent, per que no es dona ni neix de forma natural… lo natural és no ser disciplinat.

La disciplina amb un mateix (la auto-disciplina) és l'únic instrument que ens posa fora de perill de la mandra que tenyeix de manera natural la nostra existència.

Però la disciplina com a hàbit necessita una de les disposicions del nostre psiquisme que és la voluntat.

La voluntat és una capacitat, no un hàbit.  És una capacitat que pot estar més o menys desenvolupada en nosaltres.

Però què és exactament la voluntat?

És la capacitat de posar energia en una determinació presa en un moment donat per mantenir-la al llarg del temps.

Sovint en lloc de voluntat el que fem servir és l'interès. I quan l'interès decau l'energia que s'havia transferit a la determinació desapareix i es deixa córrer la determinació. En negar-se-li l'energia, la direcció de la determinació canvia i l'objectiu no s'assoleix. És per això que una persona determinada sol serà realment determinada si té voluntat. Si no la té serà una persona amb bones intencions, però no les podrà fer reals per falta de constància, que és l'element que alimenta a la voluntat.  

Tots tenim voluntat, el que fa falta és que aquesta tingui la suficient força per conduir-nos al èxit, a la consecució del objectiu.   La voluntat s’ha de engreixar, ha de créixer, si és dèbil o esta subdesenvolupada, encara que servirà a petits objectius immediats, no serà útil més enllà.   Qui alimenta la voluntat, qui la fa créixer, és la constància, la repetició de certes conductes.   Però és un procés que s’autoalimenta, un feedback,  això vol dir que a mida que pugem esglaons en l’increment de la voluntat, aquesta mateixa capacitat augmentada ens ajuda a donar més passos en la direcció constant… per tant és fa més fàcil ser constant i perseverar.    Arriba un punt en el que el propi individuu percep l'èxit, el benefici d’aplicar-se amb voluntat i constància a les tasques, i d'això en treu arguments que el satisfan per seguir en la mateixa línia d’esforç… ha arribat al punt en que l’esforç és gratificant… però això no passa fins molt endavant… al principi no és així. 

La disciplina és un hàbit, i un hàbit és una conducta repetida per crear costum…  el merit és a la repetició.   És per això que quan parlem de educar nens/nenes i formar nois/noies hem de saber que certes activitats, com la dansa, tenen la possibilitat de ser útils al procés maduratiu.  Però he dit, possibilitat, per que no sempre el camí iniciat es segueix, a vegades es deixa la activitat sense concloure el cicle formatiu… llevat de casos excepcionals justificats, casi sempre és per falta de disciplina amb un mateix.   Sense la suficient dosi de voluntat i constància no hi ha finalment èxit en la determinació que un bon dia es va prendre.  Quedant el procés en expectativa no aconseguida…  La repetició en la vida d'aquesta situació dóna com a resultat una persona dèbil en les seves conviccions i feta a les seves contínues renúncies. Amb bones intencions però amb escassos èxits.

Jo defineixo l’esforç com la capacitat per anar més enllà del que ens ve de gust en el mateix moment… és la capacitat per anar en contra de la nostre preferència instintiva… per exemple:  hem de pujar una pedra grossa a una taula… sense esforç no ho farem.  Lo més natural és dir… uf  això pesa massa… i no provar-ho…  és la llei del mínim esforç que és a la base de tothom.   Nomes amb una educació i/o motivació adequada superem aquest línia basal i ens considerem capaços de fer esforços.   

Quan els nens són petits necessiten motivació, la motivació es serveix amb paraules, com a conseqüència d’actes, de petites conquestes, de superar petits reptes.  Però sovint els pares obliden que no es pot educar nomes amb bones paraules.  Que són encara més importants els fets, els fets concrets son els que ensenyen als nens.  Per que el nen aprèn de forma concreta, no dels discursos, sinó del que li aporta la seva experiència vital…  és a dir, les creences i percepcions sobre les normes que els seus pares li ensenyen estan basades principalment en la seva pròpia experiència: en el que els seus pares fan i no necessàriament en el que diuen.   Els fets aconsegueixen que les paraules siguin creïbles.    En cas de que fets i paraules no es corresponguin sempre prevaldrà el que ensenyen els fets...

En resum ser capaç de fer esforços és una tasca que els pares han de cultivar (en el sentit de fomentar o millorar) des de petits.  És per això que parlem de cultura del esforç  (en el sentit de cura o conreu de una determinada activitat) per que és un conreu que donarà fruits més endavant.  

Com contribueix la dansa a la cultura de l'esforç?


Aquí hem de fer dos precisions…  Primera, que la dansa contempla un ventall molt interessant de fets; d’una banda és una activitat artística, però a diferencia de la musica, per exemple, te una vessant física que és molt important a la etapa inicial del desenvolupament del nen o nena.  És tambe una activitat que te una base instintiva, el ritme, que és la capacitat per moure's al compàs d’un so, i que s’adquireix des de ben petit.   Però no pensem que per que tot sigui tan maco els nens s’estimaran més anar a dansa que anar a futbol, musica, judo o hockey… la tria és una qüestió dels pares, si no venen d’una cultura artística segurament no iniciaran als fills a la dansa.  O millor dit no incentivaran la seva afició… si és cert que hi ha nens que son excepcions i que malgrat tenir uns pares ‘tirats‘ que no fan exercici ni tenen cap afició artística, acabaran fent dansa, musica o patinatge… però el més habitual és que hi hagi una cultura parental prèvia que determini fins a cert punt la inclusió de una o un altre activitat.    La dansa, contribueix a la cultura de l’esforç en tant en quan és una disciplina i és necessari fer esforços.   Però qualsevol activitat artística o física conte els ingredients per ser inclosa dintre de la cultura de l’esforç.   La dansa en aquest aspecte no és diferent, però si hem de dir al seu favor que inclou elements de polivalència que la fan molt més adequada que les disciplines que aporten tan sols una dimensió esportiva com el futbol o el basket o una dimensió artística sense moviment, con la musica o la pintura. 

Segona precisió,  la cultura de l’esforç no és responsabilitat de la disciplina, en aquest cas la dansa, sinó de la família.   El nen, qualsevol nen, idealment ha d’arribar preparat a la practica de qualsevol disciplina, una preparació prèvia que inclou haver passat amb èxit de la etapa de la negació a la afirmació, de la etapa de la dependència materna al desig d’autonomia i finalment una adequada preparació per tolerar amb èxit la imposició.  La assignatura més difícil dels tres primers anys de vida.   Aquestes son las bases per començar a conrear l’esforç, d'aquí vindrà el reforçament de la voluntat que amb constància esdevindrà una conducta repetitiva, per tant un habit, que finalment donarà la auto-disciplina necessària per avançar cap a un vida d’adult responsable de si mateix i amb capacitat per convertir-se en un ser social.   En tota aquesta trajectòria, la dansa, o la activitat triada, tindrà un paper de pedra de toc i de reforç de la base que des de la família s’ha de establir… no sempre es fa, i moltes vegades la disciplina queda merament com una habilitat apressa de la que es pot fer gala, i que pot servir per engalanar simplement la nostra personalitat.   consciencia vol dir que sense una consciencia plena de que estem sotmeten al fill a una ‘global’ cultura de l’esforç ens quedem a mig camí.   I tambe vol dir que els pares no es poden mai desentendre de la seva responsabilitat transferint-la o a la escola o la practica d’una disciplina com la dansa o qualsevol altre.

jueves, 19 de agosto de 2010

El Eneagrama (ENG)

El Eneagrama (ENG) recoge un conocimiento ancestral sobre los tipos humanos, acumulado por generaciones de maestros espirituales anónimos. 

Se considera a G.I. Gurdjieff (GIG) el introductor del ENG en Occidente.

Guando GIG propone el uso del ENG no lo hace para que sea usado como una herramienta de diagnóstico (psicológico) para ayudar a alguien, sino que propone su estudio como una herramienta de auto-observación que los interesados en el despertar del ser usarían para su propia indagación.  

La espiritualidad, que es innata en el ser, tiene necesidad de aflorar.  Esa es la idea básica que hay detrás del Desarrollo Humano.  Pero esta necesidad o sed espiritual ha existido siempre. El manantial que ha calmado y calma esta sed inespecífica ha estado y está, en la religión y los sistemas de creencias de todo tipo, las ordenes religiosas, las escuelas filosóficas, las escuelas esotéricas, los monasterios, los ashrams… etc.  Todos ellos tienen en común la búsqueda de lo esencial, la aspiración a un despertar de la conciencia, el encuentro con un hombre nuevo, la Santidad, la Iluminación, el Tao y el fin de cualquier ciclo vital de repeticiones.   

GIG fundó una escuela para el Desarrollo Armónico del Hombre y dictó sus conocimientos a un grupo de discípulos, los cuales prosiguieron con la divulgación de su legado.  En la tarea de GIG veo dos componentes, uno es limitado a su propio progreso usando a sus discípulos más cercanos, el otro es el legado del núcleo o armazón de conocimientos que haría posible el desarrollo posterior de una nueva religión.  Sin duda fue un gran Maestro pero también fue un gran vendedor, y nos vendió las bases para el desarrollo de la nueva religión sin Dios, que debía sustituir a los sistemas teístas para el bien de los humanos futuros.   Los nuevos sacerdotes del nuevo culto al Desarrollo Humano, no tardaron en descubrir que el ENG era un instrumento magnifico para ayudarse en su misión salvadora de la humanidad, al tiempo que se ayudaban a si mismos en su propio progreso espiritual. 

GIG no engañaba a nadie.  Advirtió claramente que las escuelas esotéricas que podían conducir verdaderamente al despertar no existían en el tiempo más que de forma temporal y relacionadas con un Trabajo Objetivo concreto, el cual una vez concluido convertía a la escuela esotérica en algo menos trascendente o más mundano, pero útil de todas formas.  No se ingresa en una escuela esotérica por propio deseo sino que eres llamado cuando el nivel de tu vida te atrae.  Muy pocos son los escogidos aunque muchos son los que se sienten llamados. 

En esencia el sistema o la Cosmo-Visión cedida por GIG viene a decir que para progresar en la escala revolutiva, o sea en contra de la entropía, y para ello es necesario alcanzar la conexión con los centros superiores de nuestro Ser Esencial, es necesario apoyarse en otros a los que dejaremos en el escalón que nosotros ocupábamos.  De esta forma usaremos la energía de los otros para ascender y acercarnos al objetivo, al mismo tiempo que esos a los que usamos harán lo mismo con los que les siguen. Eso es válido en todos los niveles del progreso humano-espiritual y en todos los niveles de cualquier escuela de desarrollo.  Pero hay ciertos momento evolutivos, unos intervalos en la escala, que precisan de condiciones tan concretas para que la Octava se pueda completar, que sin la participación de una Escuela Esotérica formal no son posibles.   Esas Escuelas, precisamente son esotéricas por que no son visibles. Como ya he dicho aparecen con una intención concreta durante un tiempo limitado.  

Pero mientras tanto ¿Que hacemos con los humanos corrientes que tienen sed espiritual y que sueñan con su despertar y anhelan el encuentro con su ser esencial?  Pues ayudarlos a mejorar su maquinaria… ese es el objetivo de las escuelas del Desarrollo Humano.  Conseguir que el sufrimiento psicológico desaparezca en la medida de lo posible y los seres humanos sean más felices.  Destejer los mecanismos que entrecruzan las creencias falsas y que esclavizan muchas conductas.  Todo ello no es más que una forma de ayuda psicológica para lo cual se debe de trazar primero un mapa descriptivo del terreno, debemos de darle sentido a una nomenclatura que una vez incorporada nos permita reconocer sucesos, emociones, pulsiones, mecanismos repetitivos, hábitos de conducta etc.  

Aquí tiene su papel el ENG sobre el que he empezado este trabajo.  

El ENG, como tantas otras cosas, tiene niveles de interpretación y de aplicación, desde el más elevado hasta el más común.  El riesgo cero no existe, y al usarlo se puede caer en el peligro de etiquetar al prójimo, de juzgar, o de estigmatizar.  No se pensó para este uso, pero este uso, pese a tener objeciones, tiene su validez al facilitar el abordaje de los problemas psicológicos que los humanos acostumbramos a arrastrar con nosotros.  Los nuevos sacerdotes, los que se dedican al coatching, los maestros y guías del desarrollo humano, actúan como consejeros espirituales al tiempo que hace de psicólogos y el ENG es sin duda una herramienta de gran valor para su labor si se usa adecuadamente.  En mi opinión, lo mejor es animar a los demás a estudiar el ENG, animar a construir la propia caña de pescar, mas que pescar el pescado y dárselo a comer.  Pero es tentador, frente a aquellos eneatipos que siempre dudan, darles el tema masticado o darles indicaciones demasiado concretas que permitan al sujeto afecto, no hacer el esfuerzo de autoconocimiento necesario para llegar por si mismo a sus propias conclusiones.  

Nunca me ha gustado comentar mis propios hallazgos, mis experiencias en el uso del ENG, y siento que deberíamos tener con los demás y con nosotros mismos más pudor al respecto del que a menudo se tiene.   Pero todo se anda y todo sucede sin que podamos hacer mucho más que aprender a disfrutar de los cambios. 
  

domingo, 11 de julio de 2010

La 'mani' del 10 juliol


El dissabte em vaig sentir (de sentiment) amb el deure (de pensament) d’anar a la manifestació "Som una nació i tenim dret a decidir", convocada després de la resolució d’un Tribunal Constitucional totalment qüestionat per la societat catalana, però malauradament encara dintre de la legalitat vigent pel conjunt de l’estat espanyol.  Encara que ens dolgui reconeix-ho el marc constitucional que ens hem donat, i que varem acceptar els catalans el 1978, ho fa possible.  Qüestionar la seva validesa ens posa al limit del sistema democràtic en el que creiem.  Perquè, si volem canviar la legalitat per la qual ens regim ho haurem de fer a les eleccions legislatives, qualsevol altre camí que no sigui la força de la raó no el podem contemplar com a demòcrates.  

Al mati vaig atracar el veler al Port Olimpic, em va registrar a la capitania del port una noia francesa que parlaba correctament en català, en varen ajudar la maniobra dos nois mariners de Mataro que eren castellaparlants i el taxista que ens va dur al mercat de Santa Caterina era  d’origen magrebi pero nascut a Vic.  Varem dinar la mar de bé al restaurant del mercat, al nostre costat una parella d’americans menjaben un llobarro al forn amb Coca-cola, el cambrer era argenti i la noia de la caixa era una guapa pakistani que parlaba 5 idiomes, el català entre ells.   Vaig trobar-me amb la meva Barcelona mes plural que mai... oberta al mar, d’inspiració mediterrània i cosmopolita.  Entrecreuada per les cultures, plena i rica com diu el cant dels Segadors que haurà de ser.  Nomes ens falta un pas, que sigui triomfant… això vol dir assolir la capacitat i el dret a decidir com a nació el que volem pel nostre futur...

Desprès de dinar, eren les 4 de la tarde, varem travessar pel portal de l'Àngel per arribar a un Passeig de Gracia  que a les 5 ja era ple de gom a gom.  Amb feines i treballs varem poder pujar fins la cruilla de València.  Érem atrapats al bell mig d’un oceà de patriotisme.  Una situació realment impressionant i un espectacle que mai a la meva vida oblidaré. 

Em va semblar que el sentiment general era de festa.  A tots se’ls veia contents i exitosos, malgrat que alguns pretenien ser excloents.  Finalment varem assolir la plaça Tetuà, i vaig sentir-me emocionat amb ‘Els Segadors’ de l'Orfeó Català.  La gola se’m feia estreta i unes llàgrimes emocionades feien per brollar...
 
El  “boti, boti, boti, espanyol el que no boti” ... em va recordar massa el “bote, bote, bote, polaco el que no bote” … i em vaig entristir una mica.

Potser alguns dels que botaven desitjarien expulsar (a imitació dels Reis Catòlics) als espanyols, però tambe als jueus i als musulmans, i als castellanoparlants per suposat… tot dintre del mateix sac de sentiments d'afirmació de la seva catalanitat, que tambe es la meva… el que no es pregunten es el preu d’aquesta exaltació tan fàcil de ser contagiada.   El poble que perd la memòria tendeix a repetir el sofriment que la historia ha infligit en el passat….

Portem trenta, nomes trenta, anys intentant construir un futur pel nostre poble que sigui integrador de tots els que es poden sentir amb dret a considerar-se ciutadans de Catalunya…  i segurament ho podem aconseguir si entre tots evitem les exclusions, el sentiment de radicalitat, el sentiment d’exclusivitat, el sentiment de pedigrí,  el sentiment de despit racial, el sentiment de visió umbilical de la realitat a la fi…  perquè 7 milions de catalans inclouen a molts que no porten estelades ni senyeres… i que farem amb ells?  els expulsarem?…. els obligarem a integrar-se per la força?… o no els hi donarem carnet d’identitat català si no ‘creuen’?

La del dia 10 era la manifestació de tots els sentiments de catalanitat....  No la d’uns quants.  I tots tenien dret a gaudir de la seva particular manera… sempre que la seva manera no talli la llibertat del seu veí.  Perquè el meu dret acaba allà on comença el dret de l’altre, o dit d’una altre forma, la meva llibertat acaba allà on topa amb la llibertat de l’altre.  Es difícil, però es possible conviure i construir un futur de seguretat pels nostres fills, pels nostres descendents… però no em vull veure arrossegat a la inflamació sense seny,  a la crema dels símbols dels altres ni en el cas de que els altres facin mèrits per acabar tots plegats a la mateixa cloaca.  

L’exercici de la llibertat d'expressió va ser modèlic i amb molts pocs incidents, en general va ser una enorme mostra de cordialitat sense precedents.   Estic orgullós dels meus co-manifestants, sobre tot per que varen saber estar per sobre dels polítics, en demostrar que la mani podia començar i acabar sense ells… com va passar.   Ens podem felicitar tots plegats.  Si. Però no hem d’oblidar que l'endemà tindrem que donar respostes a reptes difícils.  No serà fàcil progressar cap a una Catalunya triomfant sense guanyar unes eleccions estatals que ens permetin modificar les lleis, els TC, o les constitucions que ens tenen bloquejats. A la descentralització s’oposa  la  força de la tendència centrípeta, sabem que aquesta es desfarà amb el temps, si, ho sabem, per que la força de la raó acabarà imposant-se… i ells tambe ho saben, i per això provoquen i esperen de nosaltres passos precipitats que justifiquin les seves accions.  Que els hi donin la raó a l’hora de mostrar al mon, a Europa, que som nosaltres els que no respectem les regles democràtiques… hem de ser mes vius i no caure en la provocació. Però no sembla que tothom ho pilli… es mes fàcil deixar-se anar pel sentiment avall. I per molts polítics es mes rendible explotar les baixes passions, els greuges reals i les consignes de patriotisme immediat… i un tant il-lusori.

Desitjo, com el que més, una pàtria lliure de sobirans, però el camí no passa per inflamacions patriòtiques que només condueixen a la confrontació i a la exclusió dels que no pensen com jo… per això des d’aquestes línies us animo a treballar per un projecte de país que sigui integrador abans que excloent, per un projecte que sigui de progrés social basat en el respecte mutu i els acords pactats.

Catalunya és un sentiment, si, un sentiment  sota el que viuen idees diverses que s’han de respectar.
Visca Catalunya

domingo, 20 de junio de 2010

Prohibir !!!!

Prohibir.  Si, el leit motiv que vull destacar és el fet de prohibir en una societat democràtica i madura.  Aquests dies, l’intent de prohibició de las ‘corridas de toros’ o curses de braus, posa en evidencia aquest fet més que mai.   No vull entrar en aquest debat sinó és per remarcar el tema de les prohibicions.  

Què crec? Bé, crec (de ‘creure’ i això no és demostrar res a un altre) que una societat plural no hauria de basar la seva convivència en legislar prohibicions derivades de opinions que puguin ser majoritàries.  El respecte a les opinions dels altres inclou el dret i el deure de no imposar les opinions pròpies per la via de la prohibició legislativa. És complexe, però és bàsic.  

Tenim davant dos models de societat extrems.  Una, la de la societat ‘protegida’ per l’intent de imposar un ideal particular a la pluralitat. Es tracta de una variant ‘democràtica’ del despotisme il·lustrat.  Uns quants, que tenen la seva idea de com té que ser la convivència social, intenten fer veure als altres la bondat del seus plantejaments i tracten de introduir a la societat les normes per obtenir el fi que persegueixen, que ells creuen superior a qualsevol altre. Tenen un ideal al que volen arribar per mitjà del poder delegat per la societat democràtica.   A l’altre extrem tenim la societat ‘lliberal’ en la que el respecte a la pluralitat d’opinions posa fre a qualsevol intent de imposar la idea preconcebuda de ningú, sigui majoria o minoria.  Una formula social que s’autolimita a la simple administració del be comú, defugint tot allò que siguin qüestions opinables per intentar fer anar a la societat cap un model o altre de convivència. 

Crec més en la societat lliberal i malfio dels messies.

Puc legislar sobre els drets fonamentals, que són limitats, però tinc que respectar las opinions dels altres en tota matèria que no comporti directament una ingerència en els drets dels altres.  Puc legislar sobre les conseqüències del actes individuals que poden portar perjudici  als altres conciutadans.  Però no puc legislar sobre la base de ideologies prèvies, ni sobre creences de que determinats comportaments siguin millors segons un punt de vista particular, per majoritari que pugui ser.  No puc legislar pensant que fent-ho així protegiré a la societat de si mateixa per evitar que derivi, o no, en un forma que considero pitjor que un altre.  No puc legislar amb vocació de pastor del ramat, amb la vocació de conduir a la societat cap el meu ideal. 

L'equilibri entre ‘proteccionisme’ i ‘liberalisme’ és difícil però no impossible.  Davant de qualsevol actuació legislativa hauríem de fer la pregunta fonamental.  ¿Quin bé estic protegint amb la iniciativa legislativa? Si el bé a protegir sorgeix d’una idea, sentiment o opinió que topa amb la idea, sentiment o opinió d’uns altres, llavors no puc legislar si no és amb marges molt amplis que deixin clar què el que legislo no retalla llibertats d’altres sinó que protegeix el bé comú i els drets fonamentals. 

La màxima del senador romà que va dir:  canviem les circumstancies sinó volem canviar nosaltres a causa de les circumstancies, no té validesa quan les apliquem a la societat plural, el seu àmbit d'aplicació es estrictament personal.  Això sovint es oblidat per aquells que volen conduir-nos cap un model que els és propi i en el que creuem s’hauria d’inscriure el bé comú.  El bé comú és limitat, no es pot estendre més enllà dels drets bàsics.  No es pot perseguir la uniformitat d'opinió, la modulació de lo social segons una idea preconcebuda com la millor possible, excloent les visions personals o minoritàries que potser tenen altres visions.

A mi no m’agraden els toros, per això no vaig a les 'corridas', ni els correbous, ni als Sanfermines, i per això no els miro a la tele… per això no contribueixo a que la festa continuí… però respecto als que ‘creuen’ en la tauromàquia com a expressió tant d’un art com d’un espectacle.  Quan, els que en són contraris al espectacle taurí argumenten amb el respecte als animals, amb els drets dels animals a una mort digna amb el menor patiment possible, estan argumentant qüestions d'opinió, sentiments i formes d’entendre la vida.  No es tracta d’un dret fonamental del ésser humà.  És per tant una qüestió opinable.  És per tant un tema sobre el que la idea de legislar una prohibició em repugna.  Ni que sigui per iniciativa popular ni que sigui per iniciativa d’un ideal sociopolític. 

Jo puc prendre, o no, la decisió individual de menjar animals. Peró no puc estar d’acord en que en base a una opinió, per raonada que sigui, em prohibeixin menjar animals per evitar el patiment de la seva existència en captivitat i la mort precoç per a gaudir al màxim de les seves propietats nutritives… seria el que passaria si els que han decidit ser vegetarians imposessin el seu tarannà als que som omnívors.

sábado, 29 de mayo de 2010

Cuentos

Soy pediatra, padre y, en pocos meses, seré abuelo.  Mi experiencia con los niños me ha enseñado el valor de los cuentos.  Empecé a contar cuentos a mis hijas cuando eran peques, y recuerdo que era un reto a mi inventiva y, sobre todo, a mi memoria, pues los niños gustan de que les cuentes los mismos cuentos y sobre todo anticipar, o sea saber lo que va a pasar a continuación.  Mis cuentos muchas veces eran invenciones, o variaciones, de aquellos que la narrativa popular me había enseñado en su momento.  El problema era recordarlos tal como los había contado la vez anterior, pues la memoria de los niños es aguda y ellas, mis hijas, recordaban mejor que yo los detalles.  Así, sucedía que cuando pasábamos por determinado castillo, en nuestros viajes, el cuento relacionado no podía confundirse con el de otro personaje porque enseguida era denunciado y puesto en evidencia por mis sagaces ‘enanas’…  Con el tiempo se pasaron los años de contar los cuentos del Castillo del Principe de las Zapatillas Rojas, o el del Ogro del Rio Freser… y, con ellas ya grandes, cambié de público para seguir contando, siempre que podía, cuentos sencillos y breves a los niños de mi consulta en el rato que duraba la visita. 

Los cuentos no son necesarios, y seguramente hay niños que en su infancia no han recibido este regalo. Pero son útiles para despertar la imaginación, el afán por leer, el gusto por la aventura, la emulación de las hazañas de los héroes, pero sobre todo por que la mayor parte de los cuentos tienen oculta alguna deducción moral, ética o reflexiva que invita al niño a interrogarse por aquello que no conoce.  Es fundamentalmente una ventana al mundo por la que asomarse y comprobar que más allá de la vida que conocemos, existen otras posibilidades mágicas, otros lugares, otras gentes que no son como los que vemos cada día.  Es una forma de incentivar el viaje fuera de si mismo, al tiempo que nos preguntamos quienes somos, de donde venimos y adonde queremos ir. 



jueves, 1 de abril de 2010

El amor y las emociones negativas


El Amor es algo muy difícil de explicar.  Creo que nadie puede dar lecciones a nadie y que cada cual ha de probar su camino.  Dicho esto he de añadir que sí que sirve la experiencia ajena para echar algo de luz sobre algunos aspectos, y para corroborar que no somos únicos ni diferentes a nuestros semejantes.  Todo ha pasado antes en los demás y se seguirá repitiendo mientras el ser humano sea humano.  Somos diferentes? No, somos lo mismo, con matices, colores, preferencias, cualidades y defectos diferentes.

A propósito del libro de “La Reina de las Calabazas…” magnifico libro de autoayuda para superar el desamor (por la vía de incrementar nuestra autoestima), quiero aprovechar la ocasión para decir que no hay reinas, príncipes ni princesas, damiselas o caballeros de armadura oxidada, por bien que los mitos sirvan a la función que sirvan.  Los mitos convocan al  pensamiento analógico que, a su vez, nos invitara a reflexionar sobre nuestro interior, y como tal, el mito es valido, pero sin caer en la trampa de aplicar etiquetas, ni a nosotros mismos ni a los demás.  Es difícil no hacerlo. Pero, ¿por qué no se debe etiquetar a las personas? Porque poner etiquetas significa juzgar.  Y no tenemos capacidad para hacerlo objetivamente.  Por qué? Primero porque desconocemos más, sobre nosotros y sobre los demás, de lo que conocemos con seguridad.  Las cosas no son blancas o negras, los matices del gris, que es la mezcla de ambos, son tan amplios que nos desbordan.  Segundo porque somos cuánticos, si cuánticos, o sea que no somos algo estático sino dinámico, en movimiento y flujo continuo.  Por tanto al momento siguiente de etiquetar, el objeto de la etiqueta ya no es como era.  La observación modifica a lo observado en nosotros mismos y también al objeto de observación. Es un principio físico que se puede aplicar a las almas y sus devenires.  Al fin y al cabo nuestros pensamientos y sentimientos también son elementos físicos que interactúan con la realidad, modificándola y modificándose tras su contacto.  

Somos seres que habitamos un cuerpo físico sometido a la biología, especialmente a la neurobiologia.  Nuestras emociones son reacciones químicas que abren puertas en nuestra complejidad mental.  Es cuestión de permitir o no que determinadas puertas se abran.  No se puede negociar, ni racionalmente ni de otra manera, con las emociones negativas.  Es imposible superarlas. Ellas siempre podrán más, pues estamos diseñados para alimentarnos de ellas, como la vaca se alimenta de hierba, y metabolizarlas en nuestro 'aparato digestivo' mental para producir alimento útil para otros, tal como la vaca de la hierba da leche y carne que nos nutre el cuerpo a los humanos. Este hecho (aunque su mecanismo intimo nos sea desconocido por el momento) no es algo sobrenatural ni revelación de alguna ciencia oculta, es simple observación de lo que pasa en el mundo. No podemos dar respuesta a muchos de los interrogantes que este hecho plantea, no sabemos suficiente.  Pero por analogía deductiva, podemos intuir como son 'grosso modo' las cosas.  Y son así: algo o alguien se alimenta de la energía emocional que desprendemos cuando caemos en poder de las emociones negativas.  No es posible escapar a ese mecanismo general, es como la ley de la gravedad que nos afecta por narices nos guste o no.  Las emociones negativas forman parte de nuestro diseño necesario para cumplir con nuestra función principal en la distribución de papeles en la biosfera.  Así como la vaca no puede cambiar su forma de sernos útil, nosotros no podemos cambiar nuestra forma de ser útil a otro nivel de existencia que desconocemos, un desconocimiento que es  igual y en la misma medida que el desconocimiento que la vaca  tiene de nosotros. Exactamente así.   

Que hacer con las emociones negativas?  En primer lugar no todo el mundo se percata de que las posee (o es presa de ellas), en segundo lugar incluso aquellos que se dan cuenta, no siempre tienen la claridad y fuerza necesarias para hacer algo. Pero en el supuesto de que estemos en el segundo caso y pretendamos hacerlo mejor, lo que hemos de saber es que NO podemos hacer NADA. La experiencia de otros nos sirve en este caso para no pasarnos la vida buscando remedio al tema. El diseño de nuestro psiquismo automático (que nos lleva de repetición en repetición) es tan perfecto que cualquier intento por 'combatirlas' es una vía al fracaso. Entonces? La única opción es no darles cancha, no darles terreno de juego, no negociar con nuestro interior, no creer que se pueden racionalizar y superar, no pensar en ellas, no darles ATENCIÓN. Porque el combustible que las aviva es nuestra atención: el hacerles caso, el dejar que nos las creamos, el dejar que 'funcionen'.  

La vida es una escuela en la que la dinámica cotidiana nos depara todo tipo de eventualidades, situaciones que nos obligan a dar respuestas, todo un montaje en el que hemos de ir salvando obstáculos.  Esos obstáculos son la ocasión para ejercitarnos, para crecer y fortalecernos.  Pero también pueden ser la forma de hacernos más esclavos, más dependientes, más automáticos, más irreflexivos y más mecánicos.   Nuestro nivel de vida interior nos atrae hacia el progreso ascendente o hacia lo contrario.  Cuanto más asciendes más leyes que pesan sobre el comportamiento son superadas y se puede decir que dentro de la relatividad de lo cuántico más te acercas a un cierto grado (relativo) de libertad individual.  Lo contrario también es cierto y también se puede caer en más y más servidumbres a las que tu propio nivel te atrae.  Es por ello que se dice que el nivel de vida atrae vida.  Si tu interior es más lucido te acercarás a más lucideces. Si tu interior es sórdido tu sordidez te llevara cada vez más a la obscuridad del alma, a las mazmorras de ti mismo.  

No hay un solo camino y no es mejor uno que otro.  Sistemas que expliquen con palabras diferentes las ideas que ahora vierto, hay muchos. Pero lo que importa no es el camino sino los esfuerzos que hacemos en la dirección en la que nos sentimos atraídos.  

Nuestro ser tiene muchas configuraciones, partes, componentes, funcionalidades... pero dos son las que predominan.  La racionalidad y la emoción, el pensamiento y el sentimiento.  La mente racional la localizamos en nuestro cerebro y el sentimiento lo localizamos en el corazón.  Esta percepción no es exacta.  Sin embargo por ahora aceptaremos provisionalmente que el corazón es nuestro centro de las emociones.  No es importante el teatro sino la obra que en él se representa.  Cuando algo es positivo en nuestro sentir, nos hinchamos de gozo, nuestro corazón parece que se dilata, que se expande. Cuando algo nos aflige negativamente se nos encoge el corazón, parece que una mano invisible nos lo oprime.  Es así, y es cierto, son cambios neuroquímicos que afectan cinestésicamente al órgano.  Y tiene efectos reales a cierto plazo.   Un corazón grande es sinónimo de mayor capacidad para amar, un corazón mezquino, pequeño por tanto, es sinónimo de lo contrario.  Si te fijas, son las emociones las que provocan estos efectos.  Es así como se han de entender las emociones para poderlas llamar positivas o negativas.  Es importante verlo así, porque la distinción entre unas y otras no siempre es fácil.  Las emociones a veces se disfrazan o nos engañan.  Pero si nos remitimos al ejemplo siempre podremos descubrir su naturaleza. Aquellas que nos dilatan el corazón son positivas, las que nos lo encogen son las negativas.   El decurso del tiempo nos ha de llevar a descubrirlas lo más rápidamente posible. Es necesario percatarse pronto cuando anidan por que si crecen es más difícil desenmascarar el proceso en el que nos vamos viendo inmersos sin pausa.  

Un mantra (o un rezo) es un instrumento para liberar la mente del flujo constante de pensamientos, emociones o sensaciones que la confunden. La idea es proporcionarnos ‘algo’, frase repetida, géstica o verbal, con potencial de acción independiente de la reflexión.  Su repetición nos lleva al entrenamiento necesario para que ‘el significado’ del mantra pueda desarrollar su acción sin que medie pensamiento elaborador.  Porque? pues porque si pensamos caemos en los mecanismos que nos determinan... culpa, justificación, calculo, etc.  al final trampas de nuestra, inteligente, mente emocional que esta diseñada para buscar los efectos de las emociones negativas.   Un mantra básico y muy fácil, para cuando la negatividad nos amenaza, es darle vueltas a la mano abierta sobre el mismo corazón, para despues de unas vueltas hacer el gesto físico de echar lejos de uno su negro contenido... Se ha de practicar muchos años este mantra para que cada vez nos sea más rápido detectar 'el olor' de las negativas... no siempre es fácil.  Pero es un camino al que solo la practica acaba dando una dirección.  Y esa dirección es la única respuesta posible para no abrir las puertas que se abrirán si no lo hacemos... esas puertas bioquímicas que tendrán efectos neurobiologicos sobre nuestro ser.  Esa es la única vía para tratar con las emociones negativas.   

Me dirás. Y del amor que me dices?

Era necesario este preámbulo para llegar ahí.  El amor es la emoción positiva por excelencia.  Por eso el amor rebosa del corazón. Por eso nos lo agranda. Por eso decimos que tenemos el corazón henchido de amor.   Pues de la misma forma que la negatividad abre puertas neuroquimicas que nos perjudican y nos encadenan, la positividad abre otras que nos liberan y nos iluminan.   Esa no es la única grandeza del amor.  El amor es mucho más, probablemente es la fuerza (o substancia) más poderosa del universo, aunque no sepamos como casarla con la física que conocemos en la actualidad.  Cuando digo que es una fuerza, es exactamente eso, una fuerza física, que no podemos medir por que su dimensión y su acción no nos es posible, científicamente, cuantificar, pesar y evaluar. Nuestro mundo actual se basa en la ciencia experimental. Lo que no es una evidencia científica no es creíble, porque no se puede reproducir con un experimento. El limite de la física es la metafísica, y el amor es una fuerza metafísica. Nuestra existencia es producto de esa fuerza meta-física que es el amor. Nuestra germinalidad, capacidad de germinar, depende del amor. Sé perfectamente que no es posible probar lo que te digo, así que solo es una idea creíble. Pero no deja de ser cierto que tomándola como hipótesis (una posibilidad por demostrar) tienen sentido muchas cosas. La fuerza del amor aplicada a nuestro ser transforma el ser y lo desarrolla en una dimensión que no podemos todavía conocer ni imaginar. Sigue siendo una hipótesis a la que solo podemos acercarnos por tanteo usando la historia de la humanidad. El amor tiene tres expresiones progresivas que los griegos ya definieron: Eros, el amor de la atracción vinculado al sexo, Filia, el amor relacionado con el cuidado del otro, la amistad, y Agape, el amor desinteresado, más tarde la llamaron Caridad, la expresión máxima del amor.

La pista de baile, el teatro de la vida, nos dota de una pulsión biológica (neurohormonal) por la cual ‘tendemos’, al hacernos adultos, a buscar una pareja, un alter con el que procrear. Es un imperativo básico de la especie, en realidad de toda la vida natural pues los animales también están sometidos a este mandato que llevamos impreso en los genes. Pero en el caso de los humanos hay algo más, si se sabe ver, en realidad es la oportunidad para que la fuerza del amor actúe en los tres planos. Una parte de la acción es mecánica, un 25% por decir algo, es puro impulso natural, es la atracción animal que nos acerca a alguien que nos ‘motiva’, eso es la pasión del Eros. Sabemos que eso es el enamoramiento y que su influjo nos conduce a abrir nuestro corazón al amor, que es un sentimiento. Para casi todos los seres humanos, esa es la primera experiencia amorosa, que puede quedar ahí y acabar ahí, o puede progresar. Si el amor del Eros progresa aparece la vinculación que la Filia permite, pues superada la emoción aparece el cultivo de esta que conduce al amor maduro de la pareja, en el que la Filia es necesaria. Sin una verdadera amistad entre los amantes (preocupación por el otro, sacrificio por el otro, cuidado del otro, respeto al otro, etc, etc), estos caerán en la repetición del ciclo al agotarse la energía de la pasión, del Eros. Para unos puede ser un tiempo largo, para otros menos, es muy variable. Una vez existe vinculación la relación se hace madura, viene la reproducción y se experimenta la Filia, pero esta vez en el sentido reproductor. La fuerza amorosa trabaja en el seno del ser obligado biológicamente a cuidar de su descendencia. La maternidad o la paternidad permiten el progreso de la fuerza amorosa que transformará al ser del individuo. Pero solo la madurez conduce al siguiente paso, el Agape, la conciencia de que solo el amor desinteresado dejara actuar esta fuerza transformadora en nuestro ser para cambiarnos definitivamente. Algunos hombres no siguen este camino, el más habitual, sino que subliman sus impulsos naturales y se saltan el paso del Eros buscando directamente la Filia, que ejercitan en sus hijos espirituales, por eso a los que entran en religión tradicionalmente se les ha llamado ‘Padres’ a los curas, o ‘Madres’ a las monjas… permitiendo así, que la fuerza del amor opere en ellos y los conduzca al Agape, a la Caridad. El yoismo, duismo y nostrismo de algunas concepciones psicológicas de la evolución humana encuentra su explicación en lo que previamente he mencionado. Así, el individuo primero es egoísmo, amor a si mismo, después es amor a su pareja, duismo y cuando se socializa se abre al nostrismo. De hecho el ser humano parte de una dimensión natural, donde esta sujeto a la biología más elemental, para después aceptar su carga histórica y devenir un ente social y finalmente, si se ha preparado para ello, transformar su vida en algo trascendente, algo más allá de su vida física, aceptando su dimensión metafísica. Sin la fuerza del amor nada de todo ello sucedería.

Cada uno de nosotros tiene una historia propia, una biografía, y en esa biografía se inscriben sus pasos de baile, sus evoluciones y piruetas en la vida. La música que nos mueve al baile es el amor. Damos vueltas y más vueltas, cambiamos de pareja, pero la música es la fuerza que nos va llevando de un lado a otro, que nos acerca o aleja de los otros danzantes. El objetivo final es que la música sea capaz de movernos hasta el lugar máximo que seamos capaces de alcanzar. Entre tanto sudamos, y el sudor da de comer a la lavandera y enriquece al fabricante de desodorantes… pero eso no es lo importante, lo fundamental es que no todos los que están en la pista lo están conscientes del lugar y función que desempeñan. La mayor parte de los que danzan están dormidos. Despertar es un privilegio de pocos, y aun así, la vigilia es momentánea y el riesgo de volver a caer en el sueño es lo más habitual. Por eso hacen falta mantras. Para despertar una y otra vez. Unos los consiguen (los mantras) rezando, otros aplicando el intelecto y otros el esfuerzo físico… Porque? porque el mantra los convoca a ciertas percepciones que los devuelve del sueño a la existencia. A unos porque les plantea un sentimiento de pequeñez, a otros les obliga el pensamiento de su finitud a los terceros les pone frente a sus limites físicos. Quizás el que experimenta una combinación de todos ellos sea el camino más difícil o quizás sea uno más. Todavía no lo sé.

Acabo en tres patadas y un beso.

El nivel de vida atrae la vida. El nivel de tu baile atraerá a otros que danzan como tu. Las emociones negativas no son negociables. El amor es una escalera para acceder a la trascendencia, no es un fin en si mismo. Es un instrumento.

Eres portadora de una semilla que algún día ha de germinar. Cree en ti misma y quiérete. Tú eres (madre, hija, hermana o amigo/a) la máxima expresión de mi Filia y una poderosa razón que me hace tender al Agape.

No puedo dejar que juzgues a los demás, ni a ti misma, sin hacértelo pensar dos veces. Perdona a los que te han herido porque seguramente no sabían lo que hacían. Disculpa a los que no tenían tanta luz como tú crees, por que quizás no les fue dada la iluminación que tu recibiste.

Amate para poder amar. Sedúcete para poder seducir. Sé para poder dar ser cuando te llegue la hora. El dolor es una poderosa arma que, si lo entiendes, te ayudará a perdonar. Y el perdón te transformará, porque el amor es una fuerza invisible que toca el corazón y lo engrandece.

domingo, 14 de marzo de 2010

Tierras de penumbra... una peli para la reflexión.

El ser humano, como niño elige la seguridad y al hacerse hombre elige el sufrimiento.  El dolor de ahora, de la vida del adulto, es parte de la felicidad de antes, de su vida como niño. El devenir del hombre le convierte en la consecuencia de su vida, pero solo parcialmente, todavía no sabemos que otras cosas modifican su pasado o influirán en su futuro. Pero si el hombre que todavía no es, tiene sentimientos, por que es una criatura que ha sentido afectos de su presente en la forma del amor materno, su pasado, esos sentires, se constituirán en la base que permitirá edificar un presente emocional nuevo. Es por eso que en otras ocasiones he escrito que el pasado es un presente construido con sentimientos que caducan, como el atardecer melancólico que se nos lleva la noche convirtiéndola en el pasado de un momento mortal.  Por que siempre hay la perdida del sentir, la despedida de la madre al hacerse adolescente, al emanciparse, al encontrar a otra mujer a la que amar... Y cuando el niño se hace hombre, si le cabe la suerte de haber leído, de haberse sentido acompañado en la tarea de interrogarse, nace en él la necesidad de trasladar a otros su experiencia, convirtiendo la palabra escrita, como la imagen, en la voluntad que hace al momento eterno, un intento de trascender más allá del olvido humano. Un olvido que solo la noche de cada día transformará en sueños del pasado, pero que a lo largo del intento de su vida, generará un sufrimiento, o dolor, directamente proporcional a la felicidad que sintió de niño...

martes, 23 de febrero de 2010

Hablemos de los tipos humanos


Si, hablemos, pues a continuación de releer 'la complementariedad de la pareja' (enero 2010) me pareció que faltaba una elucubración sobre la tipología humana...
Existen muchos tipos de clasificación pero no vamos a entrar en ello, diremos que existen tres situaciones prototipo en las que podemos vernos reflejados. Mucho de lo que diré tiene que ver con la normalidad o anormalidad de nuestro propio tipo, la madurez o grado de desarrollo que hayamos alcanzado dentro de nuestro biotipo básico y las perturbaciones que las formas de entender la vida nos ha proporcionado la infancia y las sucesivas experiencias vitales y amorosas por las que hemos ido atravesando. Seria larguísimo describir todas las variantes por eso empezare por describir lo mas basico de los prototipos.

Tipos básicos complementarios. Se da armonía llamada por compensación natural, lo que proporciona un terreno cómodo para progresar en el amor. La superación de la cotidianidad requerirá esfuerzos conjuntos que serán mayores o menores dependiendo de las dificultades externas de la vida: trabajo, penalidades domesticas, hijos, visión de la vida, etc... En lo fundamental no habrán esfuerzos que alteren la convivencia de forma sustancial. Si ambos tipos básicos conforman sus expectativas a lo que tienen externamente seguramente no habrá riesgo de ruptura. Una parte muy importante de la felicidad proviene de una situación que no requiere nuestro esfuerzo.

Tipos básicos próximos pero no complementarios. Se producirá un esfuerzo necesario e imprescindible para acercar posiciones, se deberá trabajar especialmente la tolerancia y el respeto a la idiosincracia personal del contrario. Y todo este trabajo se sumará al trabajo ordinario de superación de la cotidianidad. La sensación de progreso en la relación será mucho mas satisfactoria que en el caso anterior porque será fruto del esfuerzo consciente, de la renuncia y la dádiva. Es por tanto una situación posible que deberá de hacernos mejores como personas y progresar tanto individual como socialmente hablando, pues las mejoras que necesitamos para convivir también serán ganancias en nuestra vida de relación general, familiar, laboral y social. Es un marco para el progreso en el que no nos han regalado nada de lo que conseguimos. Nuestra felicidad nos la ganamos a pulso.

Tipos básicos contrarios. El esfuerzo para conducir la convivencia chocará una y otra vez con la biología y deteriorará día a día la relación. Las dificultades de la cotidianidad se sumaran a las básicas de la personalidad contraria y el gasto de energía para superar las dificultades puede agotar el interés por seguir luchando. Tiene un final anunciado.

Como si fuera una campana de Gauss, podemos decir que el 90 por ciento de las relaciones caen en el segundo prototipo, repartiendose el 10 por ciento restante los dos extremos.

Cuales son los rasgos básicos que determinan la complementariedad.

Hay de dos tipos y ambos son igual de importantes. Ademas es posible que unos se compensen con otros.

los determinados por el nacimiento o sea ‘congénitos’
los adquiridos

Entre los primeros estarían el carácter básico, la actividad o pasividad de nuestra esencia, la bondad de corazón, la inteligencia emocional, la capacidad de autopercepción, la impulsividad, la seguridad en si mismo, la capacidad empática general y la vitalidad.

Entre los segundos estarían los rasgos adquiridos de la personalidad que son muchísimos y que dan el toque personal a nuestro taranná. Enriquecidos, o no, por la adquisición cultural, aprendidos del entorno, de la familia, de la lectura o de la reflexión. Estarían también nuestras proyecciones vitales, nuestra forma de ver y estar en el mundo (nuestra welstanchaung) que determinan preferencias tanto en la forma y lugar donde vivir como a la hora de repartir el tiempo vital libre entre cultura, aficiones, ocio, deporte, arte o actividades creativas. Nuestras habilidades para autosostenernos adquirida a través de la formación sea intelectual, artística, creativa, deportiva, manual o artesana. Nuestro patrimonio, o sea aquello que hemos recibido o recibiremos de nuestros antepasados. Y finalmente nuestras inquietudes no materiales o anímicas, nuestra manera de entender la justicia, la solidaridad, la equidad entre los hombres o pueblos, el sentido de la justicia, el sentido de la amistad, el de la libertad individual o la visión de la sociedad, entre otros muchos que no menciono pero que pueden incluirse entre los valores que se adquieren al transitar por este mundo.


Está claro que tenemos tal numero de elementos en juego que en el 90 por ciento de los casos con trabajo mas o menos consciente podemos lograr una complementariedad ‘trabajada’ que compense lo que no nos viene de cara y por nacimiento. En definitiva si solo pudieran salir adelante las parejas a las que todo les fuera dado de partida, serian muy pocos los afortunados. Creo en las posibilidades del trabajo personal, en la comunicación que permite las aproximaciones y en la felicidad labrada con nuestro esfuerzo. Siempre podemos mirar atrás nuestro y ver que muchos tienen menos suerte, menos oportunidades y seguramente menos merecimientos que nosotros. La vida en pareja es un compromiso adquirido al que hay que hacer frente, no es un paseo por la playa que depende del poco o mucho sol que luce en algunos momentos.

El compromiso comporta un proyecto vital. Y el proyecto es la puesta en común, sin imposiciones, de nuestras preferencias complementarias que harán de las expectativas una vida vivida. El trabajo que desarrollemos para acercar el propósito a la realidad es lo que nos dignifica como pareja y nos hace grandes y admirables a los ojos de nuestro alter. Rehacer el ovillo que se nos enredó un día, y otro, y otro, será siempre, por años que llevemos conviviendo, una necesidad ineludible del guión que como pareja nos hemos comprometido a darnos. El tiempo nos enseña como hacerlo mejor y la experiencia nos convoca con menos frecuencia a la repetición. Hemos de dejar que la edad sea maestra, pero se necesita un socio: el tiempo.

La amistad, la ternura, la comprensión, el respeto (que a menudo nos cuesta tener en lo mas cercano... a la madre, al hermano, al compañero de cama, y que tan fácilmente tenemos por los extraños) junto con la sexualidad, renovada, cambiante y a veces rutinaria, pero siempre necesaria; son los remos y la vela que nos han de impulsar por este mar de lagrimas y felicidades que es nuestra vida en común. Ni mejor ni peor que otra vida posible. Simplemente la que tenemos en nuestras manos aquí y ahora. A la que nos debemos por que asi lo hemos decidido a pesar de nosotros mismos.

miércoles, 20 de enero de 2010

La pareja y la complementariedad


No podemos decidir sobre la elección de pareja, o si? A menudo cuando esta pregunta tiene interés es porque nos estamos cuestionando la conveniencia o no de una pareja que ya tenemos. Pero la pregunta sigue teniendo validez.
Empecemos la disección por el principio y tal como suceden las cosas. Uno no elige fríamente la pareja, mas bien se empareja por la empatía que proporciona un enamoramiento. Primero puede haber una atracción, una relación de amistad, o una camaradería. Después, antes o después de ceder o satisfacer el impulso sexual que conlleva la atracción, uno se siente atraído por el universo del otro. Siente ‘necesidad’ del ‘estar y ser’ con el otro. En un momento dado uno se plantea ‘que me pasa?’ y se contesta me he enamorado... si el mecanismo ha sucedido recíprocamente nace una nueva pareja. El estado de enamoramiento es una enajenación transitoria, es un estado influido poderosamente por las endorfinas y/o neurotransmisores que mantendrá nuestra euforia durante un tiempo limitado. La experiencia humana acumulada nos enseña que el enamoramiento es una etapa, es un principio, nunca un final. El intento de ser pareja se inicia por el enamoramiento y prosigue en el cultivo de esa emoción básica e instintiva transformándola en un sentimiento: el amor. Esto se inicia la mayor parte de las veces de forma totalmente mecánica, sin participación consciente de los actores. Estos empiezan a ser conscientes de que están ‘cultivando’ una emoción para hacer de ella un sentimiento, cuando se autoperciben como dadores de partes de si al otro. Es decir cuando se dan cuenta de que ‘se dan’ y valga la redundancia. Darse, durante la fase inicial de ‘enajenación transitoria’, ya se han dado uno al otro, y no han sido conscientes de ello porque todo sucede rápidamente con el trasfondo de un poderoso deseo, el de ver como lo que hacemos, decimos, elaboramos, pensamos, transmitimos, etc, etc, produce felicidad en nuestra pareja, felicidad que nos es devuelta para gratificar nuestra conducta... así aprendemos a dar por que hacemos feliz al receptor, pero también aprendemos a recibir el reflejo de nuestra acción en forma de gratificación: mirada, gesto, lenguaje no verbal, etc. Felicidad que buscamos proporcionar para aseverar nuestra certeza de que la empatía sentida es mutua, lo cual conlleva la consiguiente ‘seguridad en ese nosotros incipiente’, nacida del hecho de sabernos a salvo de que nos dejen por otra pareja mas atractiva. Es algo biológico y por tanto mecánico, por el momento.

El progreso en esa ‘seguridad en nosotros’ hace que mas tarde o mas temprano acabemos con el convencimiento de que ya somos pareja y la cosa no ha de cambiar. La fase de enamoramiento ha de solaparse con la fase de crecimiento o ‘cultivo de la emoción’ y con la toma de conciencia de que ese no es un acto casual sino voluntario y a menudo acompañado de renuncias y esfuerzos. Todo lo que no sea una percepción clara de este hecho esta probablemente condenado al fracaso mas o menos lejano. Hasta aquí no hay nada nuevo y es un proceso lleno de obviedades.

Cuando uno cae en la cuenta de que ya tiene pareja se puede o no plantear si el tipo humano básico de su pareja es complementario de su propio tipo básico o no. Normalmente no se lo plantea antes. Es por eso que he empezado diciendo que la elección de pareja no se hace previamente sino que simplemente sucede como consecuencia de una empatía inicial que nos liga a una persona concreta.

El trabajo personal de averiguación de cuales características ‘me unen o separan de mi pareja’ forma parte del trabajo del amor y se debe de realizar mientras dura el enamoramiento pues, a menudo, sin el estimulo del enamoramiento no se concluye y se produce un estado de estancamiento en la relación que puede proseguir pero con dificultades proporcionalmente crecientes al tiempo de relación.